Pese al diferendo, Lacalle adhirió a declaración que pide fin al bloqueo contra Cuba y destaca su producción de vacunas

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), aprobó una declaración que condena el bloqueo "económico, comercial y financiero" de Estados Unidos contra Cuba.
Durante la cumbre de la Celac el presidente Luis Lacalle Pou expresó destinó parte de su discurso a denunciar que en Cuba, Nicaragua y Venezuela «no hay democracia plena», y aclaró que su participación en el foro junto a dichos países no era sinónimo de «complaciencia».
La Celac aprobó una declaración especial, en la que "las jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la región" coincidieron sobre "la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba".
El texto le solicita al mandatario estadounidense Joe Biden y al Congreso de aquel país, a que "elimine" el bloqueo "contrario a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional", y expresa la "más profunda preocupación por el recrudecimiento de esta política, sobre todo en el contexto de la pandemia de Covid-19, y su rechazo a la dimensión extraterritorial del bloqueo, que ha impactado severamente y negativamente las transacciones financieras internacionales de Cuba y el bienestar del pueblo cubano”.
A su vez, la declaración final de la cumbre "reconoce los logros alcanzados" en la región en el desarrollo de vacunas anticovid y menciona las vacunas cubanas Abdala, Soberana02 y Soberana Plus, "así como otras iniciativas en curso para la investigación y desarrollo de vacunas" como son la Soberana 01, Mambisa, Pasteur y PanCorona.
Apoyo en la ONU
El pasado 23 de junio Uruguay volvió a apoyar la exhortación que desde 1992 el órgano principal de la ONU le realiza a Estados Unidos para que ponga fin al «bloqueo económico, comercial y financiero» hacia la isla caribeña.
La condena cosechó el voto positivo de 184 países, los 2 votos en contra de Estados Unidos e Israel y tres abstenciones: Colombia, Ucrania y Emiratos Árabes Unidos. A diferencia de la última votación (2019), en esta oportunidad Brasil no acompañó la posición norteamericana y se abstuvo de votar.
La resolución reafirma «entre otros principios, la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales, consagrados, además, en numerosos instrumentos jurídicos internacionales».
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