https://www.youtube.com/watch?v=szwhm_9pNMA&feature=youtu.be
CULTURA DEL PLATA
Wifredo Díaz Valdez: Un carpintero poeta de la gestualidad en madera Hasta finales de abril, se puede visitar la retrospectiva de Wifredo Díaz Valdez en el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV), curada por Gabriel Peluffo Linari. Díaz Valdez es un fascinante carpintero y escultor que juega con la madera. La muestra lleva por nombre "Anatomía de la Madre Madera", un homenaje a la naturaleza, esa madre que lo inspira, que lo nutre, creada por el sol, la clorofila, la semilla, la fotosíntesis, y que es acariciada en profundidad por el artista, investigando y experimentando con ella. El vínculo del artista con la naturaleza es profundo y personal. Viene de campo adentro, donde la vida y muerte de los animales, sus costillares que se descomponen y fertilizan la tierra, son parte del ciclo vital que se refleja en sus obras. El árbol, como eje, está siempre presente en sus trabajos, ya sea en los nudos, las raíces, la corteza y sus vetas, o incluso en el deterioro que el paso del tiempo provoca.
Es imposible no detenerse a observar los contrastes de textura y las huellas de los siglos que la madera lleva consigo. Esta exposición en el MNAV es un lugar ideal para ello, ya que la sala se conecta con el Parque Rodó, y los ventanales permiten que el bosque, a través de su vitral, dialogue con las piezas expuestas. A través de su obra, Díaz Valdez nos invita a reflexionar sobre el proceso transformador de la materia. Sus piezas se pliegan, se desarman y abren con bisagras de madera, estallan en nuevos objetos artísticos poéticos, pero sin perder la referencia a su origen: el árbol o el objeto de uso. Este es un proceso mágico, donde la materia original se convierte en algo nuevo, con un sentido renovado. Las bisagras, son su marca personal. Pero no de metal. Con la propia madera.
En sus trabajos de los años 60 ya experimentaba con ellas en cajitas, y luego se convirtieron en uno de sus mayores logros como creador. Muchas de sus obras presentan clavijas que sostienen unos hilitos. Esas clavijas se insertan en agujeros que son los que permiten el pliegue de pedazos de puerta o los cortes caprichosos que se abren del poste original. Aunque está prohibido tocarlas, la tentación de interactuar con ellas es inevitable. Una pena que el juego que genera Wifredo con sus objetos no lo podamos disfrutar manipulándolo como él. Nacido en 1932 en el interior del departamento de 33, creció en una familia de carpinteros rurales, y llegó a Montevideo en 1955. Desde allí, su obra comenzó a adquirir reconocimiento, especialmente desde los años 60. Representó a Uruguay en la Bienal de São Paulo en 1985 y, más tarde, en 2013, también lo hizo en la Bienal de Venecia. Entre las piezas del patrimonio del MNAV se encuentra "Orquesta de Cámara", un conjunto de violines, bajos y contrabajos, que Wifredo recorta y pliega, abre ventanas y eleva con los arcos del instrumento, creando nuevos objetos que reconfiguran la idea de otra música visual.
En general todas son piezas que se desarticulan del original y quizás, en algún momento, puedan ser reensambladas. Cada una de sus obras invita a una reflexión profunda. Un buen ejemplo es "La Rueda" (1988), una pieza desmembrada en sus rayos, como un viejo que ha recorrido largos caminos y tiene los huesos desgastados. Aunque mantiene su forma original, se convierte en una alegoría de lo que el tiempo puede hacer con lo que fue. Algunas piezas vienen de fragmentos del puente sobre el Río Olimar. Toda una colección de uso de diferentes maderas, desde quebracho, lapacho, jacarandá, curupay, lapacho, pinotea, araucaria, lesna hasta roble, que dan cuenta de la diversidad de sus materiales y su relación con la naturaleza.
Rodolfo Fogwill: Un escritor irreverente Rodolfo Fogwill fue uno de los escritores más provocadores y originales de la literatura argentina y latinoamericana contemporánea. Narrador, poeta, editor, empresario publicitario, ensayista y, sobre todo, pensador incómodo, su obra desafió las convenciones literarias, políticas y sociales de su tiempo. Nació en Quilmes en 1941, comenzó su carrera literaria de manera tardía, luego de haberse dedicado al mundo de la publicidad y los negocios, donde fue muy exitoso.
Pero fue con Los pichiciegos (1983), una de las novelas más impactantes sobre la Guerra de Malvinas, que consolidó su lugar en la literatura latinoamericana. Publicada en los últimos meses de la dictadura argentina, pero escrita con rapidez al inicio de la guerra en el Atlántico Sur desmantela el discurso heroico de la guerra y presenta a los soldados argentinos como individuos atrapados en un absurdo existencial, en lugar de héroes nacionales. Fogwill cultivó una literatura incómoda, cuestionando la memoria histórica, la identidad nacional, la literatura Por primera vez se exhiben los cuadernos personales, la correspondencia, las fotos, contratos editoriales y libros de Fogwill, donados por su familia a la Biblioteca Nacional.