Entre las medidas propuestas para evitar episodios de violencia en los partidos de fútbol, se acordó la prohibición de banderas grandes, de que haya hinchadas visitantes, y realizar controles exhaustivos en estadios para reforzar la seguridad en los clásicos.
Tras los graves incidentes en el último clásico entre Nacional y Peñarol en el Estadio Centenario, donde un policía resultó herido por una bengala náutica arrojada desde la tribuna Colombes y permanece en CTI, la violencia en el fútbol volvió a instalarse en el debate público y esto se abordó en la columna Desde adentro del periodista Diego Martini para Nada que perder.
Este miércoles, el ministro del Interior, Carlos Negro, encabezó una reunión con las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), los clubes Peñarol y Nacional y de la Secretaría Nacional del Deporte, en la que se analizaron y definieron medidas para mejorar la seguridad en los espectáculos deportivos.
Luego de este encuentro, Negro sostuvo en diálogo con radio Carve que la seguridad en un espectáculo privado corresponde al organizador y que, si no puede garantizarla, “no debería realizarse”. Además, aclaró que la policía no está para controlar el interior del estadio, sino para garantizar la seguridad exterior, y enfatizó que los responsables son los clubes. Negro advirtió que si las bengalas entraron al estadio fue por fallas en los controles privados.
En la reunión con los clubes, el ministro recalcó que cada uno debe asumir su responsabilidad y enfatizó en que “no vale decir ‘yo no puedo con esto’; hay que poder”. Además, se resolvió no permitir hinchadas visitantes cuando se juega en la cancha de alguno de los clubes, que las puertas de los estadios no se abrirán si hay banderas colocadas que impidan una clara individualización de quienes están en las tribunas y realizar controles exhaustivos en los estadios.
Por su parte, el fiscal de Flagrancia Fernando Romano subrayó a Nada que perder que el fenómeno de las barras trasciende el deporte y tiene relación directa con el crimen organizado. Para el fiscal, “es un tema muy complejo” que “no pasa por modificar la legislación”, sino que debe haber “una política pública que realmente quiera eliminar, analizar los problemas del fútbol a nivel de barras bravas y a nivel de lavado de dinero”.
El sociólogo Leonardo Mendiondo, quien hizo su tesis de grado titulada ‘Fútbol, una identidad colectiva tradicional operativa y su dimensión presente en el Uruguay de hoy. El caso del Club Nacional de Fútbol y Club Atlético Peñarol’, se infiltró durante un año en cada una de las barras bravas de ambos clubes. Desde su experiencia, contó a Nada que perder que entraba a los partidos “sin pagar un peso” y que “los clubes han sido, de alguna manera, cómplices de sus barras”, han tenido “estrechas relaciones” con ellas y han “cedido entradas para que las barras las revendan” y puedan “autofinanciarse”.
Según Mendiondo, falta “un enorme sinceramiento de todas las partes” y criticó que “hace 20 años hay una ley que no funciona”, en referencia a la normativa de 2006 sobre violencia en el deporte. Para él, “las medidas que se han tomado no han sido del todo acertadas”, y subrayó: “el hecho de hacer decretos o leyes para hacer cumplir leyes nos está diciendo que hay algo que no anda bien”.
El exsubsecretario y exministro del Interior, Jorge Vázquez, recordó a Nada que perder la implementación del sistema de reconocimiento facial y la lista negra, que llegó a incluir entre 700 y 900 personas durante su gestión. “La experiencia fue muy buena, exitosa, y cumplió con el cometido que quería, que era que los violentos no entraran en los espectáculos deportivos”, expresó. Asimismo, indicó que la gente “no quiere entrar en la lista”, por lo que se cuida más.