Un conjunto de productores y vecinos se oponen a la instalación de la planta desalinizadora. Pero, en particular, qué ocurrirá con la gestión de los químicos utilizados para la potabilización del agua.
Durante la conferencia de prensa del viernes 13 en la sede de la Asociación de Productores de Leche, vecinos y productores de la zona se manifestaron en contra de la instalación de la planta desalinzadora en Arazatí.
Entienden que el proyecto Neptuno estará en un lugar donde “empujan el agua dulce y salada” y se necesitará una “superplanta” para potabilizar agua desde un lugar “complejo”.
Como ejemplo, dijo que potabilizar 200.000 metros cúbicos diarios de agua se necesitan toneladas de químicos y que van a estar enterrados en Rincón del Pino, prácticamente sin protección, puntualizó uno de los voceros del encuentro, Marcelo Bruné.
Tampoco están a favor de ubicar un pólder de 15 millones de metros cúbicos que se llenará con agua que tiene valores anormales de nitratos y fósforos proveniente del Río de la Plata.
Además, los 14 productores de la zona se ven afectados por la expropiación de los terrenos. “Generaciones de hijos o de otras personas” quedaron desplazadas, dijo Bruné con emoción.
Vecinos y productores cuentan con el respaldo de varias organizaciones, como el Centro Comercial e Industrial de Libertad, de la Asociación Nacional de Semilleristas de papa del Uruguay (Ansepa), la Asociación Rural de San José, de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), la directiva de la Cooperativa Agraria Río de la Plata Ltda (Cariplal), o el directorio de la Asociación de Fruticultores de Producción Integrada (Afrupi), entre otros.
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