La gestión de Bergara apunta a trabajar "en lógica de cooperación" con todas las alcaldías, "independientemente del partido que sean”, resaltó Diego Olivera.
La nueva administración de la Intendencia de Montevideo (IM), que encabeza Mario Bergara, asumió el pasado jueves, en una ceremonia que se desarrolló en el palacio municipal. En el cambio de mando, Bergara prometió un Montevideo más limpio, más ágil, más disfrutable y más seguro.
Esta mañana Nada que perder recibió a Diego Olivera, que está al frente de la Prosecretaría de la Intendencia, para conversar sobre aspectos vinculados a la convivencia y la seguridad ciudadana, entre otros desafíos que afronta esta nueva gestión departamental.
En primer término, Olivera aclaró que la comuna no reprime el delito, sino que trabaja en las áreas que causan “estructuralmente” la inseguridad y los conflictos. Citó como ejemplo la importancia de trabajar en determinadas intervenciones en zonas que quedan segregadas del tejido urbano, o el control de los espacios públicos mediante el cuerpo de inspectores municipales.
Por otro lado, el prosecretario fue consultado por la situación financiera de la comuna, que acarrea un déficit que ronda los 90 millones de dólares. Olivera aseguró que una "parte importante" del abordaje del tema “tiene que ver con recomponer ciertos flujos relacionados al desarrollo departamental”. “En el último período se vieron claramente afectados, a veces interrumpidos, a veces diferidos”, expresó en referencia al Fondo de Infraestructura Metropolitano interrumpido por el gobierno nacional anterior.
“Las tensiones político-partidarias trasuntaron hacia la gestión de esas partidas financieras, cuando no debería ser así", señaló. Agregó que la administración de Bergara apunta a trabajar "en lógica de cooperación" con todas las alcaldías, "independientemente del partido que sean”. En ese sentido, aseguró que no pagarán "con la misma moneda” y que el “fin último” es el bienestar de los vecinos.
En esa línea, aseguró que la situación financiera de la IM “no altera las prioridades”, pero se puede ver “afectado” el ritmo de ejecución de los cambios. “Vamos a tener una gestión austera de los recursos, por necesidad y concepción, con las prioridades claras y quizá con la afectación de algunos cronogramas”, subrayó.
Consultado sobre la idea manifestada por Bergara de que el casino municipal pase a la órbita estatal, Olivera detalló que las acciones prioritarias de la IM “van por otro lado”. “En términos de la institución, sus cometidos y desafíos, vemos que no es parte de lo que hoy está llamada a resolver y hacer la IM”, concluyó.