“La sociedad uruguaya se merece tender puentes entre los sectores políticos y que esos acuerdos que están presentes en la sociedad se vean plasmados en las negociaciones”, sostuvo Walter Fernández Val.
El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) enviará al Parlamento dos proyectos de ley con el objetivo de crear una nueva Universidad de la Educación (UNED) y ampliar la participación en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). La iniciativa fue anunciada por el ministro José Carlos Mahía y se encuentra en su fase final antes de ser remitida al Poder Legislativo.
El presidente del Consejo de Formación en Educación (CFE), Walter Fernández Val, enmarcó la propuesta en una evolución histórica de la formación docente en Uruguay y sostuvo en Nada que perder que “parece un corolario lógico que la formación docente se desempeñe en un ámbito universitario”.
“La base material con la que contaría la UNED al inicio es bastante diferente al transcurso histórico de cómo se formó la Universidad de la República y cómo se formó la UTEC”, señaló. A diferencia de otras universidades que nacieron desde cero, la UNED partiría de una infraestructura ya existente y descentralizada, puesto que cuenta con 33 institutos y dos anexos distribuidos en todo el país.
“La sociedad uruguaya se merece tender puentes entre los sectores políticos y que esos acuerdos que están presentes en la sociedad se vean plasmados en las negociaciones que necesariamente tienen que dar los parlamentarios de todos los sectores”, dijo, a la vez que sentenció que “va a haber que acordar”. Además, consideró que, a título personal, “el objetivo central de esta etapa es que se constituya la universidad, que se constituya el ente autónomo”.
Uno de los puntos centrales del proyecto es la autonomía y el cogobierno universitario, aspectos que han generado debate político. “Constituirnos en universidad nos va a permitir, por ejemplo, coordinar de igual a igual con la Universidad de la República, con la UTEC, con universidades pedagógicas regionales”, afirmó el entrevistado. Además, remarcó que “la autonomía está garantizada a nivel constitucional”.
Sobre el modelo de gobernanza propuesto, explicó que incluiría la participación de docentes, egresados y estudiantes, en línea con las prácticas universitarias. “Una de las ventajas es el involucramiento de todas las partes en la conducción, una cuestión colectiva que siempre es buena para instituciones del ámbito universitario”, señaló.
Desde la oposición se han planteado dudas sobre la oportunidad de separar la formación docente de los niveles donde los futuros profesionales trabajarán. Fernández Val respondió que “la coordinación en una universidad de este tipo es más que clara que debe estar volcada hacia donde los docentes van a dar clase” y aseguró que están “preparados” para ello.
En cuanto a las debilidades actuales de la formación docente, Fernández Val fue claro: “El punto más débil hoy del Consejo de Formación en Educación es la línea de investigación y extensión”. Agregó que, al no ser una universidad, el CFE necesita convenios con otras instituciones para ofrecer posgrados, lo que limita el desarrollo académico y profesional de los docentes.
El presidente del CFE también cuestionó el rumbo que tuvo la formación docente durante la administración anterior: “Se dejaron sin efecto los departamentos académicos, las comisiones locales y nacionales de carrera y otros espacios que eran parte del avance hacia la estructura universitaria”. Además, criticó la implementación de las pruebas de acreditación docente, ya que considera que los profesionales de la educación “no necesitan de unas pruebas compradas en institutos del exterior para certificar que tienen un nivel universitario”.
Sobre la actual gestión, aseguró que están intentando reconstruir el andamiaje académico y revertir las medidas tomadas. “Desde el primer día hemos dicho que apostamos a la participación democrática”, indicó y, entre las medidas en curso, mencionó encuentros con sindicatos, estudiantes y asambleas técnico-docentes.