La escuela agraria ofrece formación en producción vegetal y avícola, además de programas para adultos que no terminaron sus estudios.
La UTU de Rincón del Cerro celebró su décimo aniversario en el predio que José Mujica y Lucía Topolansky donaron frente a su chacra. Allí funciona una escuela agraria que combina producción vegetal y avícola, y que se ha convertido en un referente educativo para la zona y para Montevideo.
La directora de la institución, Paula, explicó para la columna Desde adentro del periodista Diego Martini, para Nada que perder, que el centro ofrece ciclo básico común y un bachillerato agrario, además de un programa para adultos que no pudieron terminar sus estudios.
Según relató, fue la propia comunidad la que solicitó esa oportunidad educativa. “Somos una escuela bastante referente en la zona”, señaló y destacó que la propuesta atrae también a jóvenes de otros barrios de la capital.
En la recorrida, Paula mostró la producción avícola con unas 120 gallinas criadas bajo criterios orgánicos. Aseguró que los estudiantes participan activamente en el trabajo del campo y que eso forma parte del legado que dejó Mujica. “Ellos tienen que trabajar y le damos esos insumos, son herramientas para que puedan desenvolverse en la vida”, dijo.
La docente recordó que el expresidente siempre quiso impulsar la educación agraria. A su juicio, ese objetivo se está cumpliendo: “El sueño de él era que la escuela creciera”. La institución, agregó, busca no solo formar en producción, sino también en investigación, lo que abre nuevas perspectivas para los estudiantes.
En paralelo, Lautaro, uno de los alumnos, contó que disfruta de su experiencia en la escuela. “Me va muy bien y me gusta mucho estar acá”, expresó. El joven relató que participa en diversas tareas: cuidar los gallineros, alimentar a las aves, limpiar los espacios y colaborar en la huerta y los invernáculos. “De todo un poco”, resumió.
Además de la producción destinada a la enseñanza, la escuela se abastece con lo que generan los estudiantes. Paula explicó que eso permite brindar desayuno, almuerzo y merienda a la comunidad educativa. “Estos estudiantes están todo el día acá, de 7:30 de la mañana a 16:45”, puntualizó.
La UTU recibe visitas de delegaciones extranjeras y mantiene una agenda de seminarios vinculados a la producción agraria. Este año se centraron en la avicultura, con la participación de técnicos nacionales e internacionales. Para la directora, el desafío hacia adelante es sostener el crecimiento. “La idea es seguir aportando a la educación agraria, a la educación de calidad”, afirmó.
A diez años de su inauguración, la escuela mantiene vivo el espíritu con el que fue creada. Lautaro, como muchos de sus compañeros, proyecta su futuro a partir de lo aprendido en Rincón del Cerro. “Es un lugar que me encanta”, aseguró.