Un diagnóstico hecho por el MI asegura que “Uruguay se ha consolidado como punto de tránsito de cargamentos de cocaína hacia Europa”.
El asesor del Ministerio del Interior, Emiliano Rojido, explicó en Nada que perder que el crimen organizado es un fenómeno particularmente complejo de estudiar y detectar. A diferencia de delitos visibles como los robos, este tipo de criminalidad opera con una lógica distinta. “No es como un robo en la calle que uno lo ve”, señaló.
Según el asesor, el crimen organizado funciona a través de múltiples actores que participan en diversas actividades, en distintos momentos y lugares, dentro de una “cadena de producción de valor, en un mercado ilícito”.
El Ministerio del Interior (MI) elaboró un diagnóstico en el marco del Plan Nacional de Seguridad Pública, donde se identificaron tanto los indicadores disponibles como las limitaciones actuales. Rojido subrayó que uno de los desafíos centrales es la falta de información precisa.
En cuanto a las modalidades del narcotráfico en Uruguay, el asesor indicó que las estadísticas tradicionales, como la cantidad de bocas cerradas o arrestos por delitos relacionados con estupefacientes, resultan poco reveladoras.
Como parte de una estrategia para obtener datos más confiables, se están comenzando a implementar métodos alternativos, como el análisis de aguas residuales, ya que “todos los consumidores van al baño”. Según explicó, esta técnica permite medir metabolitos de sustancias consumidas por la población y así complementar los datos de las encuestas.
Rojido también advirtió que el crimen organizado tiene una alta capacidad de corrupción. “Lo primero que intenta es ganar impunidad: corrompe la policía, corrompe las autoridades políticas, corrompe los partidos”, afirmó. Además, aclaró que estos grupos no buscan necesariamente la violencia como primer recurso, sino que la utilizan solo cuando no hay otra alternativa en un mercado ilegal donde se enfrentan con otros actores poderosos.
Respecto al rol del país en el narcotráfico internacional, el asesor advirtió sobre un posible cambio de escenario. La incautación reciente de dos toneladas de cocaína —una de las mayores en la historia del país— sería un indicio preocupante. “Estamos, probablemente, cambiando nuestro papel en la ruta internacional del tráfico de drogas”, señaló.
En tal sentido, el diagnóstico hecho por el MI asegura que “Uruguay se ha consolidado como punto de tránsito de cargamentos de cocaína hacia Europa, con el puerto de Montevideo como vía clave de exportación”. Además, señala que se ha registrado un “aumento sostenido” en las causas penales por tráfico, las cuales se duplicaron entre 2013 y 2023.
Rojido aclaró que desde el Ministerio no se está a la espera de definir nuevas acciones, sino que ya se están ejecutando múltiples intervenciones. Estas incluyen mejoras en las investigaciones policiales, cambios en la formación de los efectivos, incorporación de tecnología y una apuesta por una policía más profesional. “Mucho más que tener más policías, necesitamos tener mejor policía, una policía que trabaje de manera más inteligente”, consideró.
Si bien es difícil determinar si el reciente operativo antidrogas hubiera sido posible sin estos ajustes, Rojido destacó que fue “fruto de un trabajo serio de investigación” y que las áreas de investigación e inteligencia son hoy prioritarias.