"Seguramente todo esto sirvió para que la gente recordara que hay una Biblioteca Nacional", sostuvo el ministro de Educación y Cultura.
El ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, dijo que el debate generado en torno al cierre parcial de la Biblioteca Nacional mostró "mucha hipocresía" por parte de la oposición, aunque reconoció que existieron errores en la comunicación de esta medida temporal. "La idea es reabrir [completamente] antes de fin de año en mejores condiciones de las que recibimos", señaló en Nada que perder.
El mismo día en que se tomó esta decisión, resaltó el ministro, se hizo pública la información que daba cuenta de que tanto investigadores como los usuarios podían asistir a la Biblioteca Nacional con agenda previa. Así figura en la página web de la institución, enfatizó.
"Asumo autocríticamente que seguramente tuvimos errores en la comunicación del hecho", sostuvo Mahía, que también valoró como "polémico" que el anuncio del cierre temporal se hiciera el 26 de mayo, Día Nacional del Libro.
La Biblioteca cuenta con un promedio de 20 usuarios por día, puntualizó el jerarca, en una ciudad de 1,5 millones de habitantes. "Seguramente todo esto sirvió para que la gente recordara que hay una Biblioteca Nacional", apuntó. Y subrayó la importancia de pensar entre diferentes actores de la sociedad una biblioteca para el siglo XXI.
Con respecto a las críticas recibidas desde la oposición por esta medida, Mahía fue enfático: "El debate tuvo una carga de hipocresía, en una lógica de instalar el escandalete".
Detalló que la biblioteca tenía problemas vinculados al hundimiento de los suelos en determinados lugares, puertas bloqueadas, rampas con defectos o material en mal estado porque los aparatos que previenen la humedad no estaban funcionando.
Mahía explicó que durante el gobierno encabezado por Luis Lacalle Pou se aplicó la regla del "tres por uno", lo que significó que de cada tres funcionarios que se retiraban podía ingresar uno.
Asimismo, en ese periodo se "discontinuaron" los llamados para ocupar cargos en la Biblioteca y en consecuencia "no hay lista de prelación". Además, se interrumpió un convenio que la institución tenía con la Facultad de Información y Comunicación.
Según Mahía, esto que ocurre en la Biblioteca Nacional, pasa a nivel del Estado en general, en cuanto a falta de personal y de presupuesto en diferentes ámbitos.