La trabajadora social dijo que en la sociedad hay una "banalización" y "flexibilización" de la violencia, y subrayó la necesidad de derogar la ley de corresponsabilidad en la crianza.
El viernes pasado fueron hallados los cuerpos de Andrés Morosini y sus hijos Alfonsina y Francisco, de dos y seis años, respectivamente. Morosini estaba requerido desde el miércoles por haber ingresado sin autorización a la vivienda de su expareja y llevarse a la fuerza a los dos menores. La Fiscalía enmarcó la investigación en un caso de violencia vicaria.
Entrevistada por Nada que Perder, la trabajadora social y directora de la asociación civil El Paso, Andrea Tuana, dijo que se trata de un “caso espantoso” por el contexto y la forma, y subrayó que es parte de la “violencia estructural” de la sociedad.
En ese sentido, explicó es un caso de violencia de género porque el agresor utiliza a terceras personas para continuar el control y hostigamiento sobre su expareja y muchas veces los hijos son las víctimas. “Es importante en este momento echar luz sobre estas situaciones, que muchas veces quedan escondidas e invisibilizadas”, complementó.
A su vez, detalló que varios casos de violencia vicaria donde niños fueron asesinados ocurrieron en contextos de visitas por parte del padre, en los que había una situación de violencia hacia la madre y existían medidas judiciales. “Me parece que debemos hacer una reflexión profunda de cómo estamos defendiendo a las infancias. Desde los últimos tiempos hemos visto una banalización y flexibilización de la violencia y eso pone a los chiquilines en escenarios de torturas”, agregó Tuana.
Por otro lado, la entrevistada contó que hay niños que, cuando salen de la terapia de revinculación con sus padres, terminan en emergencias con “ataques de pánico y angustia”.
En lo que respecta a lo legislativo, Tuana dijo que hay que derogar la ley de corresponsabilidad en la crianza, que “habilita y promueve” que los niños estén en contacto en visitas con sus padres, cuando existen denuncias de violencia doméstica. “Para los niños es tremendo crecer en un hogar en el que permanentemente estás en estado de alerta porque no sabes qué va a pasar. Son situaciones que generan efectos traumáticos muy importantes”, explicó.
Por último, la trabajadora social dijo que se debe prohibir “explícitamente” la revinculación forzada y que ningún juez del país pueda “revincular en contra de la voluntad de un niño”, siempre que exista un contexto de violencia. “Tenemos que saber que la violencia es un problema estructural, que sigue permitiendo y habilitando que los varones tengan un lugar de mayor privilegio y dominación”, concluyó.