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El futuro es ahora

“Tenemos una oportunidad, la única oportunidad”, sostuvo Rojido sobre la reforma del sistema penitenciario

Emiliano Rojido durante la presentación de los Encuentros por Seguridad, en el Anexo de Torre Ejecutiva en Montevideo. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS

“El contexto regional nos está diciendo a gritos: 'la cosa está fea, pero se puede poner mucho peor' y pasar al siguiente nivel en términos de crimen organizado, algo que ocurre dentro de las cárceles”, advirtió el asesor del Ministerio del Interior. 

El asesor del Ministerio del Interior, Emiliano Rojido, analizó en Nada que perder los tres “ejes estratégicos” de la cartera en política de seguridad pública, que apuntan a combatir los homicidios, controlar las armas de fuego y a reformar el sistema penitenciario.

“Tenemos un problema agravado en el tiempo con los homicidios”, sostuvo el entrevistado. En Uruguay este delito alcanza niveles “epidémicos” -según la caracterización de la Organización Mundial de la Salud- al estar por encima de los 10 homicidios por cada 100 000 habitantes. “Eso complejiza la situación y hace que sea más difícil controlar”, indicó.

Asimismo, recordó que las armas de fuego “son el principal vector de la violencia letal”, no solo de los homicidios, también de los suicidios y de los accidentes fatales. “Ni siquiera hemos discutido el asunto”, criticó. Para empezar, consideró necesario tener un registro de las armas y de las municiones que actualmente no existe o es “muy precario”. 

Estas “dificultades de información”, dijo en referencia a la falta de registro, resultan “muy graves” porque los ciudadanos están pagando armas y municiones de las fuerzas públicas, que en un contexto “de mayor riesgo de penetración del crimen organizado” en el que se producen “fugas, goteos y corrupción”, podrían terminar financiando ese delito.    

“Cualquier política de seguridad va a necesitar tener datos: saber qué armas están en manos de quién, cuál es el consumo de munición de los distintos cuerpos de la policía, identificar consumos anómalos de munición por parte de personas”, insistió. 

Rojido remarcó la necesidad de trabajar en la fiscalización de las armas ilegales, porque en los últimos años el norte de la política de seguridad fue “cerrar bocas de pasta base”. “Hay que perseguir las armas que son las que matan, porque perseguir bocas de pasta base no nos dice nada acerca de si avanzamos o retrocedemos en la política de seguridad”, aseguró.

El entrevistado definió al sistema penitenciario como una “bomba de tiempo” que se encuentra “completamente hipertrofiado”. En ese marco, Uruguay está en “el top 10 del mundo” en tasa de prisionización y gasta aproximadamente 1000 dólares por mes por persona privada de libertad “para generar daño”. La tasa de reincidencia, acotó, alcanza el 70%.

“Tenemos un contexto regional que nos está diciendo a gritos: 'la cosa está fea, pero se puede poner mucho peor' y pasar al siguiente nivel, por ejemplo, en términos de crimen organizado, algo que ocurre dentro de las cárceles”, advirtió. En este tramo, Rojido afirmó: “Estamos a tiempo de evitarlo. Tenemos una oportunidad, pero no sabemos cuánto tiempo más la vamos a tener. Entonces, es la única oportunidad”.