“Este ministerio, en este mes y medio que queda de gestión, tiene que hacerse responsable de la situación del Casmu, que desde el punto de vista asistencial está siendo deficitaria en varios aspectos”, avanzó el subsecretario designado de Salud Pública, Leonel Briozzo. “Este ministerio tiene que resolver este problema sustituyendo a las actuales autoridades y retomando las riendas de esta institución”, expresó.
En diálogo con Nada Que Perder (lunes a viernes desde las 09h. por M24 en su horario de verano) el subsecretario designado de Salud Pública expresó que, a su entender, la administración actual debe hacerse responsable por la situación del Casmu, mutualista hoy intervenida pero sin desplazamiento de autoridades.
Para Briozzo: “este ministerio tiene que resolver este problema sustituyendo a las actuales autoridades y retomando las riendas de esta institución”.
Además, el futuro jerarca de Salud Pública subrayó: “No se puede permitir que esté en riesgo la continuidad institucional porque ya vivimos, con Casa de Galicia, que esto es extremadamente perjudicial, fundamentalmente para la población que se asiste y sobre todo para las personas ´mas vulnerables como los adultos mayores, quienes quedaron en ‘Pampa y la vía’”.
En las últimas décadas, varias mutualistas tuvieron que cerrar sus puertas. El común denominador de las peores prácticas que identificó Briozzo es la venta de servicios de las instituciones a grupos privados que estaban controlados por los directivos de las instituciones: “se vendían servicios a sí mismo”.
Debería haber cláusulas específicas para evitar el conflicto de intereses, que alimentan los bolsillos de gente inescrupulosa por fuera de los intereses de las mutualistas y sus socios. En Casmu, indicó, habría que observar si esta no fue una de las causas centrales de la crisis de la mutualista.
Transición: esta semana se realizará la primera reunión con los actuales jerarcas de Salud Pública
Briozzo informó en la entrevista que las reuniones están planteadas para este miércoles y jueves con las autoridades actuales. Primeramente, la ministra Lustemberg tendrá reuniones con el futuro presidente, Yamandú Orsi, para confirmar el equipo que liderará esta cartera estatal.
Pero ya se hicieron contactos “puntules” por temas específicos, por ejemplo, la situación del Casmu.
El estado de salud actual de la población estará en la agenda de temas para la primera reunión, confirmó Briozzo, con temas sociosanitarios, la salud sexual y reproductiva, la salud de la primera infancia, como puntos sustanciales.
También la situación económico financiera del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) y su previsión financiera de cara a futuro. A esto, Briozzo sumó el desarrollo organizacional del Ministerio y su funcionamiento.
Se naturalizó la inequidad en el acceso al derecho a la salud
Uno de los principales desafíos que Leonel Briozzo identificó fue la “naturalización de la inequidad en el sistema sanitario”, algo preocupante porque el SNIS, creado recién en 2007, instaló una visión integrada de la salud, con acceso a este derecho con independencia a cada condición económica y social. En este período, indicó, las autoridades entrantes consideran que hay retroceso en la calidad asistencial.
Esto no tiene relación solamente con las prestaciones sino con los resultados sanitarios, la calidad de vida, la prevalencia de las enfermedades en el embarazo y la primera infancia o incluso con la mortalidad materna-infantil. “Creemos que ahí está el horcón del medio que esta gestión debe tratar de revertir”, identificó.
“Para la izquierda, este es un tema central: la equidad en derechos y salud: no se construye un país de primera con una situación de tal inequidad como la que se presenta hoy”, definió.
Cuáles son los principales ejes del próximo Ministerio de Salud Pública
Briozzo mencionó en la entrevista cambios en los tres modelos del SNIS: modelo de atención, relativo a la calidad del servicio; el modelo de gestión, relacionado al rol de cada actor en el sistema, y el financiamiento, para buscar cómo hacerlo más equitativo.
En cuanto al modelo de atención, se debe mejorar la atención primaria de salud y acercar al sistema a la población de todo el país porque, expresó Briozzo, hay inequidades por la situación socioeconómica pero también por la situación geográfica. No es lo mismo en el ámbito rural que en el barrio Parque Batlle de Montevideo, graficó. Este es un tema relevante incluso para el presidente electo, Yamandú Orsi.
Otra propuesta es el desarrollo de una estrategia nacional de recursos humanos para resolver la inequidad y mejorar la racionalidad en la gestión. La rectoría del MSP puede ser una herramienta para este fin, identificó. Y agregó que la estrategia de formación y radicación será fundamental para áreas como enfermería o salud mental.
También es clave la complementación de prestaciones, en vez de promover la competencia entre instituciones, señaló Briozzo. Porque, en el contexto de la revolución tecnológica, Uruguay debe incorporar la medicina “de punta” con una buena cobertura en la atención.
En cuanto a la gestión, Briozzo puntualizó en cambios para el funcionamiento de la Junta Nacional de Salud (Junasa), en la estrategia de seguridad de los pacientes y la calidad de atención, mejorar las formas del financiamiento con cambios en la distribución de las cápitas hacia las instituciones.
“La equidad y la justicia social son pilares clave del sistema; esta gestión tratará de poner estos temas arriba de la mesa y mejorarlos para que la salud sea un bien social para toda la población. Si esto implica modificar las cápitas, cambiar algunas cuestiones sobre cómo repartir los recursos dentro del sistema, lo iremos viendo siempre en conjunto entre el funcionamiento del Ministerio, como Poder Ejecutivo, acompañado de los cambios legislativos que sean necesarios para mejorar esta situación”, detalló Briozzo sobre el último punto.
Servicios VIP y el derecho al acceso equitativo a la salud
Hay un tema central, importante para la comprensión de la opinión pública. Dos subsectores, el privado y público. Después hay seguros privados de salud, con un desarrollo exitosísimo, que pasó de 40.000 a 140.000 afiliados.
En este contexto hay algunos “servicios vip”, algunos también financiados por el SNIS parcialmente, pagados por la “cuota Fonasa” sumado a un plus. Pero el servicio vip va en contra de la filosofía del sistema.
La contracara es la brecha de servicio con ASSE, que reciben un 20% menos en relación a quienes se atienden en mutualistas cuando, por sus características, debería ser al revés.
“Creemos que hay que regularlo, de alguna manera, para que los recursos del sistema sean más equitativos y mejor distribuidos”.
“Entendemos que, si esto se explica bien, la ciudadanía va a acompañar estos cambios, que tiene que ver con lo que es una discusión en términos de ideas entre un modelo de derecha, que intenta desarrollar esa supuesta libertad, pero sin justicia social, por lo tanto, es una libertad para pocos, y el modelo de izquierda que busca esa libertad pero con acceso y equidad”.