El senador del Partido Nacional, Sebastián Da Silva, se refirió a la crisis de Conexión Ganadera y la afectación de los inversores. El legislador reconoció que el modelo de negocio de la empresa generaba dudas en el sector agropecuario y cuestionó el rol del Banco Central en su supervisión.
“Entre nosotros siempre mirábamos con sorpresa”, comentó Da Silva, quien afirmó que desde hace 25 años, en su vida como productor rural, la existencia de Conexión Ganadera era “parte de una realidad” y que, a pesar de las dudas, “pagaban y algo harían”. Según el senador, la empresa manejaba alrededor de 200 mil cabezas de ganado, lo que le permitía generar comisiones del 7%, además de participar en la exportación de ganado en pie a Turquía y beneficiarse de variaciones en los precios y temporadas forrajeras excepcionales.
Para Da Silva, la crisis de la empresa responde a una “corrida bancaria típica por falta de confianza”, más que a un esquema de fraude premeditado. No obstante, subrayó que la responsabilidad de lo ocurrido deberá ser determinada por la Justicia.
Respecto al papel del Banco Central, el senador afirmó que ninguna administración intervino en el modelo de negocio de Conexión Ganadera, ni bajo la presidencia de Diego Labat ni durante la gestión de Mario Bergara en los gobiernos del Frente Amplio. “Pasaron desde Bergara, que estaba posando para un cuadro, esta administración de Labat y las anteriores”, ironizó en diálogo con Radio Universal.
Si bien Da Silva reiteró que no es partidario de que el Estado se involucre en los negocios entre privados, reconoció que, con la perspectiva actual, podría haberse evitado la situación con una mayor regulación. “Capaz que hoy, con el diario del lunes, deberían haber estado reguladas”, concluyó.
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