Mauricio Rosencof exprime su fantasía generando jugos de realidad. Así especula con un lavadero que alguien habría querido llamar Masoller. Desde ese juego de imágenes parece que los hechos reales fueran, en realidad, una ilusión; parecen inverosímiles pero están allí con su tozuda presencia, son los hechos que hablan por sí mismos.
En un vuelo de pájaro el Ruso aletea sobre el caso de un representante del Partido Nacional que participó de un encuentro últraderechista (1) y recuerda que Luis Alberto Lacalle de Herrera hizo el “saludo al sol” que nada tenía de postura de yoga, sino que era un saludo fascista para homenajear al dictador español Francisco Franco. Y siguió sobrevolando en esos oscuros terrenos donde otro nacionalista fue presidente de la dictadura (2), conformando un gobierno cívico militar.
“No aprendieron nada” comenta como al pasar, aludiendo a la derrota de la llamada “coalición multicolor (que) ahora quiere recuperar intendencias”.
Entonces dejó de lado esos temas para compartir un par de relatos de ese libro recientemente premiado como el mejor de la Feria de Francfort seleccionado entre textos de África, Asia, América Latina y el mundo árabe. Y entonces nos dimos cuenta que no había cambiado de tema…seguía hablando de lo mismo… todo el tiempo.