"Apela a la fortaleza de nuestras instituciones, al vigor de nuestra sociedad civil, al uso intensivo de la evidencia científica, a la rendición de cuentas a la ciudadanía”, enfatizó el asesor del Ministerio del Interior.
El asesor del Ministerio del Interior, Emiliano Rojido, resaltó que el Plan Nacional de Seguridad que impulsa el gobierno buscará “revertir” la situación estructural que atraviesa el país en torno a la seguridad a partir de un “modelo uruguayo”, que apele a lo mejor de la sociedad, como la fortaleza de sus instituciones y el uso de evidencia científica.
“El MI de cualquier administración tiende a estar gobernado por los hechos en vez de gobernar los hechos. Es un ministerio reactivo”, resaltó el sociólogo en Nada que perder a propósito del contexto en que surge la necesidad de poner en marcha el diseño e implementación de este plan con una “visión proyectiva” de 10 años.
Rojido es el coordinador de los Encuentros por Seguridad, que fueron lanzados recientemente y que convocan a representantes de la sociedad civil, de la academia, también de todo sistema político, además del gobierno, para participar en la elaboración del Plan Nacional de Seguridad que comenzará a implementarse en marzo de 2026.
“Lo que estamos intentando con este plan es construir política pública de seguridad. Cuando uno quiere cambiar las cosas, no alcanza con atender la coyuntura. Hay que hacerlo, es parte del trabajo, pero no te saca del lugar”, sostuvo Rojido. Un plan implica definir objetivos estratégicos, subrayó el entrevistado, y desarrollar un conjunto de iniciativas que en su "interdependencia" logren esos objetivos.
En primer lugar requiere un diagnóstico, luego viene el diseño del plan, seguido por la implementación y la gestión, para a posteriori ser evaluado. En este marco, Rojido resaltó la importancia de trabajar con sustento científico, porque “tradicionalmente las políticas de seguridad no se apoyaron en la evidencia científica”. Pero matizó: “La cuestión no es tecnificar solamente, porque las prioridades son políticas”.
Rojido insistió en que este gobierno propone “un modelo uruguayo” para mejorar la seguridad y la convivencia. Eso significa atender los problemas desde ciertos principios, puntualizó el entrevistado, sin renunciar al Estado de derecho o a la democracia "para producir seguridad".
“Este modelo uruguayo apela a lo que tenemos mejor: a la democracia plena, a la fortaleza de nuestras instituciones, al vigor de nuestra sociedad civil, a un uso intensivo de la evidencia científica para producir los mejores resultados, a la rendición de cuentas a la ciudadanía”, enfatizó.
Para empezar a construir “un ecosistema de producción de seguridad”, continúo Rojido, es necesario convocar a varios actores del sector privado, también de la academia, de los partidos políticos para que aporten “su cuota de liderazgo” y capacidad de llegar a acuerdos. “Tenemos que llamar a la sociedad civil organizada. Necesitamos de su capacidad y su sensibilidad para trabajar, muchas veces, donde el Estado no llega con agendas específicas”, remarcó.