“Los hechos nos enseñan que nadie trabaja solo, que por más liderazgo que se tenga, siempre enriquece la presencia de otros allegados”, sostuvo la ministra de Defensa.
Durante el acto por el 261.º aniversario del nacimiento de José Gervasio Artigas, la ministra de Defensa, Sandra Lazo, afirmó en su oratoria que “el liderazgo no se puede ejercer desconociendo las voluntades de los conducidos”.
En ese sentido, y tras repasar la figura del prócer desde una perspectiva histórica, política y personal, la ministra expresó: “Los hechos nos enseñan que nadie trabaja solo, que por más liderazgo que se tenga, siempre enriquece la presencia de otros allegados”. Agregó, además, que “Artigas conduce, pero también está determinado por las demandas de quienes lo siguen”.
El discurso de Lazo, que contó con los aportes de docentes y escolares que compartieron su visión sobre Artigas, estuvo marcado por la intención de reflejar el compromiso y el valor que el prócer le daba a lo colectivo. En tal sentido, compartió lo que le dijo un niño de cinco años de un colegio de Montevideo: “Cuando Artigas se hizo viejo, tuvo que tener un bastón y no luchó más, pero intentó luchar diciéndole a todos sus compañeros que ahora lucharan ellos”.
La secretaria de Estado resaltó “el recurso de las asambleas” a las que convocaba Artigas, ya que manifestó que no era habitual en la región que un caudillo llamara en varias oportunidades a “asambleas decisorias sobre temas importantes”. También expresó que el carácter democrático en estas decisiones “es innegable”, puesto que existía “esta idea particularista de definir previa consulta con los orientales”.
Uno de los docentes consultados por la jerarca, Omar Romego, le manifestó a Lazo que “es indudable” que el entorno de Artigas también participaba de la confección de documentos, y consideró que “es un elemento importante” tener en cuenta que “un liderazgo no se ejerce solo”.
“En tiempos difíciles, de sociedades fragmentadas, rescatar a quien nos une a todos, ese debe ser el desafío permanente para alcanzar la pública felicidad”, concluyó Lazo.