El pueblo despidió a José Pepe Mujica y recordó su ejemplo de vida, su mensaje global y su legado político. “Ya dejó de pertenecernos a nosotros solos en Uruguay”, dijo una docente jubilada a M24.
A lo largo de la avenida 18 de Julio, en la Huella de Seregni, en la sede del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), y en otros puntos de Montevideo, cientos de personas acompañaron el cortejo fúnebre de José ‘Pepe’ Mujica, en una jornada marcada por el recuerdo y una mezcla de tristeza y compromiso.
Un ciudadano que esperaba el paso del féretro en 18 de Julio expresó la sensación compartida por muchos: “Tristeza por un lado, se te aprieta la garganta”, dijo a M24. Para él, lo que queda de Mujica es una responsabilidad concreta: “La continuidad de la obra que él inició y la responsabilidad de poder hacerlo”. Rescató especialmente “su forma de vida”, “la manera de expresarse y cómo le llegaba a la gente”. “Podías estar en acuerdo o en desacuerdo, pero se respetaba”, concluyó.
En la Huella de Seregni, Teresa, docente jubilada, manifestó conmovida que su presencia era un acto inevitable. “No podía no estar. Desde ayer cuando me enteré de la noticia, fue un impacto muy grande, aunque lo esperábamos nunca querés que llegue el momento. Hoy tenía que estar sí o sí”, manifestó a M24. Pepe, dijo, representó algo más profundo en su vida: “Mujica representó mis ideas y sueños, los ideales de toda una vida”.
Teresa rescató su coherencia vital: “Mantuvo su conducta de vida, en la humildad, pero siempre con los derechos humanos, el espacio que le dio a los jóvenes y esa idea que siempre manifestaba, que lo bueno era dejar una barra atrás que siguiera la lucha”.
También recordó el alcance global de su mensaje y contó que sabe de colegas docentes en otros países que se trabajaba en las aulas el discurso del expresidente en Naciones Unidas. “Ya dejó de pertenecernos a nosotros solos en Uruguay. Pasó a ser un político y filósofo de la vida, que deja sus ideales en todo el mundo, eso es lo más grandioso que nos deja, y lo tenemos que valorar porque lo tuvimos acá”, aseveró.
En la sede del MLN, Alberto dijo a M24: “Acá estoy despidiendo al viejo” e hizo énfasis en el impacto que Mujica dejó en las nuevas generaciones, ya que hay “una juventud que aprendió de su filosofía de vida y que la ha tomado”. También expresó que “no se vaya a creer nadie que Pepe se fue, hay una barra de gurises que se va a encargar” de continuar con su legado.
Un militante del MLN desde joven, Ruben García, recordó que conoció a Pepe en Punta Carretas, “cuando lo hirieron en el bar La vía” y “parecía que se moría, pero por suerte zafó de eso y siguió peleando”. Para García, Mujica fue un militante comprometido, cuya historia no debería ser suavizada ni olvidada en su dimensión política: “Al Pepe yo lo recuerdo como un revolucionario, y ahora asusta un poco esa palabra [...] Me parece que hay que recordar eso y reivindicarlo”, dijo.