De aprobarse el plebiscito de allanamientos nocturnos el domingo 27 de octubre, “se debería reglamentar específicamente y determinar garantías para las personas que realizan el allanamiento nocturno, que son los policías, y sobre todo para las personas” objeto eventual de esa acción del Estado, señaló la presidenta de la Asociación de Defensores Públicos, Carolina Camilo, en Nada Que Perder de M24.
Camilo explicó que en el gremio de abogados de oficio “vemos con preocupación que no se está dando una discusión en profundidad respecto a los efectos que puede tener la medida de allanamiento, sobre todo en las personas en situación de vulnerabilidad, que son a quienes nosotros asistimos en su caso como imputados penales”.
Recomendó que “en caso de salir (aprobada) esta consulta popular, se debería reglamentar específicamente y determinar garantías tanto para las personas que realizan el allanamiento nocturno, que son los policías”, como “también sobre todo para las personas” que serían objeto de la acción del Estado, dado que “un allanamiento nocturno representa una mayor violencia en el procedimiento, sin dudas”.
“Los temores” de los defensores públicos obedecen a que “la Policía no tiene herramientas para hacer estos procedimientos; hay barrios donde hay complejidades para el ingreso de la Policía; sabemos que en las horas nocturnas esto puede ser aún mucho más complejo”.
De hecho, ya “han sucedido errores básicos” como “la identificación de la vivienda, se ha allanado viviendas de forma incorrecta en las horas del día, imagínense en la nocturnidad; nos preocupa mucho la presencia de niños, niñas y adolescentes en estos hogares”, advirtió.
En ese sentido la entrevistada cuestionó: “no se está discutiendo, por ejemplo, qué vamos a hacer cuando se identifique la presencia de ellos en los hogares”, como tampoco “si INAU va a participar de estos procedimientos, qué protocolos se va a continuar”, reclamó.
Añadió que “también tenemos miedo porque esto va a afectar no solamente a las personas que están implicadas en conductas delictivas, sino también a entornos y barrios; en muchos casos estos allanamientos se realizan en lugares donde las viviendas están muy próximas unas a otras, donde no hay una identificación de las viviendas claramente, como por ejemplo un número de puerta”.
“Entonces obviamente esto puede afectar también a los vecinos y a los entornos, aumentando la violencia tanto por parte del procedimiento policial, porque en la nocturnidad esto es muy probable, como también de quien recibe el allanamiento; esto puede dejar a personas que nada tienen que ver en el medio de una situación de mayor violencia en horas de la noche, nos preocupa”.