M24 dialogó con el cañero Camilo Ferreira, “Pinduca”, quien participó de la asunción presidencial de José Mujica en el estrado principal. Rememoró su militancia y aquella jornada histórica.
El militante Camilo Ferreira, más conocido como “Pinduca”, trató por primera vez a José Mujica a sus 16 años. Cañero y multioficios, la relación se afianzó a la salida de la cárcel, en 1985. Ferreira lo alojó en su hogar cuando Mujica visitaba Bella Unión, Artigas. En diálogo con M24, Pinduca Ferreira recordó que Mujica tenía “cosas que sacaba de la galera y las tiraba, a veces embocaba y a veces no”, dijo con risas al rememorar una inusual propuesta.
Pinduca estuvo en el estrado al lado de Lucía Topolansky durante la ceremonia de asunción presidencial de José Mujica, el 1º de marzo de 2010. “Un día antes me llevan a casa de gobierno, el ‘Cachete’ [Julio Martínez, secretario personal de Mujica durante su presidencia] me dice: ‘ahora viene el muchacho, usted va a tener que subir al estrado’”.
“Esperé a que Mujica hablara [en el acto] y ahí entendí, ahí estaba ‘la piedra’”, expresó Ferreira. Mujica dijo en la oratoria: “yo invité a un amigo que está acá, es un viejo ‘peludo’ de Artigas criado en la frontera. De los imprescindibles de abajo, de los que nunca piden un puesto o un cargo, un acomodo, un laburo; de los que a lo largo de más de cuarenta años siempre militan y es a través de él que quiero recordar que, no por estar arriba, tu corazón y tu compromiso deja de estar abajo”.
“Si vos supieras lo que fue mi casa al otro día”, comentó Ferreira. “Una montonera de gente pidiendo cómo solucionar los problemas. Yo les decía: ‘soy el mismo negro que salió de Bella Unión hace tres días’. Me decían que yo era el amigo del presidente y les respondí: ‘a los amigos no se los jode, yo no voy a ir a pedirle nada’”, explicó.
En las últimas semanas, Pinduca se comunicó con Daniel Martínez, exchofer de Mujica, quien le comunicó sobre la salud del expresidente: “sí, negro, no hay arreglo”. “Como yo estoy acá, lejos, el choque que me da es mío. No sé cómo describirlo, es como el amor, como dijo el Viejo. Para suplantarlo, imposible; pero el legado [de Mujica] es seguir trabajando y militando, viendo lo que nos ha dejado con todas las cosas que nos ha dicho y meterle para adelante. Porque la patria que nosotros queremos está muy lejos”, concluyó Pinduca Ferreira.