“No hay tan solo un acuerdo de cooperación tecnológica, es un símbolo”, dijo el presidente del FA sobre el convenio entre la ANII y la Universidad Hebrea.
El presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, celebró la decisión del gobierno de suspender el funcionamiento de la Oficina de Innovación y Emprendimiento en Jerusalén porque se trata de un “símbolo” y no solamente un “acuerdo de cooperación tecnológica”. “Era la mínima señal que el gobierno uruguayo podía dar”, enfatizó en Nada que perder.
La semana pasada, el canciller Mario Lubetkin informó que, a raíz de la situación en Medio Oriente, se decidió pausar la firma del acuerdo entre la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y la Universidad Hebrea de Jerusalén, que llevó a la apertura de una Oficina de Innovación y Emprendimiento por parte del gobierno anterior.
“No hay tan solo un acuerdo de cooperación tecnológica como se presenta, es un símbolo”, dijo Pereira. "Que el gobierno tome una decisión de este tipo, yo lo comparto en absoluto”, añadió, al tiempo que recordó que, para el Frente Amplio, Israel “ha pasado todos los límites” en su ofensiva militar en la Franja de Gaza. “Hay elementos para pensar que estamos ante un genocidio”, enfatizó.
En ese contexto, Pereira criticó a quienes desde la derecha uruguaya objetan el paso dado por la actual administración: “¿Tienen alguna palabra para evaluar el conflicto de Israel con la Franja de Gaza? ¿No ven lo que está pasando con un territorio derruido, con decenas de miles de muertos, muchos de ellos civiles, inocentes, niñas y niños?”, cuestionó.
En la entrevista, el presidente del FA hizo hincapié en la conveniencia de tener convenios de innovación con Israel y en “todas partes del mundo”, pero en casos como este, aseguró, “hay señales que dar” y calificó de “leve” la que dio el gobierno uruguayo. “Esta era la mínima señal que el gobierno uruguayo podía dar y la dio”, expresó antes de subrayar que Uruguay mantiene su postura internacional en defensa de la creación de dos Estados, el israelí y el palestino, con una capital común.
Pereira también repudió los insultos antisemitas proferidos por el exasesor de esta oficina, Salomón Vilensky, que calificó de “judío de mierda” al canciller Lubetkin. “Es imperdonable. Están todos demasiado sueltos de lengua. Capaz que se tienen que llamar a la reflexión y a ver si llamarse a la reflexión es llamarse al silencio. Porque nadie los eligió para ser dioses ni juzgados nadie”.
“Los elegimos para ser asesores de una oficina en Jerusalén. Y esa oficina no la instaló el Frente Amplio, sino el gobierno de [Luis] Lacalle Pou y nosotros fuimos críticos en esa instalación, porque desde nuestro punto de vista se estaba dando una señal política”, enfatizó.