“Nos enseñó a luchar, a prepararnos, a estudiar, a comunicar, a desmitificar”, afirmó Graña y opinó que el principal valor de Mujica fue su capacidad de “habilitar” y permitir que nuevas generaciones lucharan por sus causas.
El subsecretario del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y activista por los derechos de la comunidad LGBTI, Federico Graña, destacó que, más allá del impacto emocional que generó el fallecimiento de José Mujica, su legado político tiene un peso concreto: el impulso a una nueva agenda de derechos.
Durante el gobierno de Mujica se aprobaron cuatro leyes clave que marcaron un punto de inflexión en el reconocimiento de derechos: el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto, la regulación del mercado de cannabis y la ley de acciones afirmativas para personas afrodescendientes.
Ninguna de estas iniciativas estaba incluida en el programa central del Frente Amplio al momento de asumir y, según Graña, fueron propuestas impulsadas por las juventudes del partido que Mujica permitió ingresar en la agenda pública: “Él dio un debate, nos dejó dar el debate. Nos habilitó a que se tuviera, no se opuso a que se ingresara”.
Uno de los ejemplos más claros del protagonismo de Mujica en estos procesos fue la regulación del mercado de cannabis. A diferencia de otras iniciativas, en este caso “él fue un protagonista”, mientras que en otros temas, su papel fue permitir que otros lideraran, sin imponer su propia agenda.
Graña subrayó que esta forma de hacer política también generó transformaciones sociales más profundas, ya que habilitó la participación de colectivos históricamente excluidos y mencionó especialmente a la comunidad trans, “una población inexistente para la mayoría de la sociedad”, que luego logró protagonismo social y político.
Para el subsecretario del Mides, la patria “no son monumentos, no son himnos”, sino que “son nuestras canciones, nuestros amores, nuestros afectos, nuestras ideas, nuestros sueños”, por lo que, en su opinión, “Pepe fue un gran constructor de patria”.
La apertura y la sensibilidad del expresidente también se manifestaron fuera del campo estrictamente legislativo. Graña relató cómo Mujica generaba espacios de diálogo con artistas, activistas y personas fuera del espectro partidario, ya que reconocía en ellos su aporte. “Hacía política en grande, incluso con aquellos que no iban a formar parte del Frente Amplio”, mencionó.
“Nos enseñó a luchar, a prepararnos, a estudiar, a comunicar, a desmitificar”, afirmó Graña y opinó que el principal valor de Mujica fue su capacidad de “habilitar” y permitir que otros lideraran, que nuevas generaciones lucharan por sus causas y que los debates sociales ingresaran a la política institucional. “El habilitar es más importante que haber generado una ley desde el Parlamento”, consideró y añadió que “es muy difícil que la gente se apropie de un derecho si no pelea por él”.