El senador electo y exdirector de OSE por el Frente Amplio, Edgardo Ortuño, cuestionó las decisiones del gobierno en torno al proyecto Neptuno en Arazatí, calificándolas como señales "contradictorias". Según Ortuño, aunque el Ministerio de Ambiente dio un paso importante al establecer nuevas condiciones, esto no garantiza que el proyecto avance definitivamente.
“El paso más importante sigue pendiente: la firma del contrato que comprometería la realización de las obras”, señaló. Ortuño insistió en que el abastecimiento de agua para el área metropolitana debe priorizarse mediante mayores reservas de agua dulce, como la construcción de la represa de Casupá, una medida recomendada desde los años 70.
Sostuvo que esta discusión no debe ser partidaria, sino un tema de “conveniencia país” y recalcó la importancia de analizar el proyecto Neptuno de forma objetiva y en diálogo con todos los actores.
También subrayó que el gobierno actual ha planteado, por un lado, que las grandes decisiones deben ser consideradas por la próxima administración, lo que parecería razonable dada la legitimidad del nuevo gobierno. Sin embargo, al mismo tiempo, sigue avanzando en medidas administrativas significativas, como las relacionadas con el proyecto Neptuno.
En este contexto, Ortuño destacó la reciente sentencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA), que reconoció las críticas científicas al proyecto y ordenó la incorporación de informes técnicos, como los realizados por el Instituto de Mecánica de los Fluidos e Ingeniería Ambiental (IMFIA) de la Facultad de Ingeniería.
“El próximo gobierno deberá evaluar el estado en que esta administración deje el proyecto, asegurando que se atiendan los intereses del país y la estrategia de política pública para el agua”, concluyó.