El presidente electo, Yamandú Orsi, desplegará una “diplomacia presidencial” pero a diferencia del saliente, Luis Lacalle Pou, que lo hizo “sin estrategia”, aquel lo hará con el objetivo de “construir una política” que a Uruguay “lo haga relevante en la región, que es nuestro primer lugar” en el mundo, explicó el asesor de Orsi en asuntos internacionales, Álvaro Padrón, en Nada Que Perder.
Acerca de la futura política internacional, Padrón puntualizó: “es más relevante que los nombres y que los roles pensar en que tenemos un nuevo presidente que quiere desarrollar diplomacia presidencial; ahí está el foco donde deberíamos poner atención, y esto es muy importante en el momento que estamos viviendo”.
Registró que “la diplomacia presidencial ya se practicó en este país; recientemente lo hizo (Luis) Lacalle Pou sin estrategia, se puede hacer diplomacia presidencial sin estrategia; en mi opinión eso tiene más que ver con el rendimiento del liderazgo personal”.
Acerca de ello explicó que “incluso atribuyo una buena parte de esto que nos sorprende de la aprobación (popular) del presidente a eso, a su capacidad de haber capitalizado individualmente muchas cosas, entre ellas la política internacional, que si embargo tuvo escasísimos -por no decir nulos- resultados para Uruguay”.
“Entonces hay formas de hacer la diplomacia presidencial que le pueden servir más a la persona que al colectivo, al país; tuvimos ya diplomacias presidenciales, la hizo (Julio) Sanguinetti durante mucho tiempo, por eso es alguien tan conocido en el mundo”.
También “la hizo (Pepe) Mujica y claramente se transformó en un referente; no es casual que haya dos presidentes de la región que vengan a Uruguay (Lula y Gustavo Petro), además de a las tareas tradicionales como representantes de país, a visitar a su amigo”.
Respecto del expresidente, Padrón pronosticó que “lo va a seguir siendo, porque ese es un patrimonio; estoy diciendo Mujica, puedo decir Enrique Iglesias, alguien que pertenece a otras tiendas políticas y sin embargo es parte de esa acumulación que tiene Uruguay de prestigio, que al final se relaciona a personas”.
Por lo tanto, valoró el asesor de Orsi en temas internacionales, “es muy importante las personas representando ese tipo de símbolos, y el presidente es el que tiene que dar la primera señal; si uno está convencido de que la política internacional va a ser clave para el futuro del país, lo mejor que puede pasar es que la señal la esté dando el propio presidente, diciendo ‘voy a involucrarme’”.
Aclaró que ello “no quiere decir que (Orsi) se vaya a hacer cargo; quiere decir que va a liderar, junto con las áreas del Estado a las que eso les corresponde, un proceso que haga que Uruguay -y esto creo que sí es una diferencia con el periodo anterior, con lo que está terminando ahora, que es el gobierno de Lacalle Pou- vuelva a ser protagonista en la región y no solo haga discursos”.
Se trata de “construir una política que lo haga relevante (al país) en la región, que es nuestro primer lugar, porque no somos capaces de estar pidiendo espacios en la mesa grande del mundo”.