El vicario de la arquidiócesis de Montevideo interpretó la elección del nombre León XIV y auguró que “seguramente va a ser un pontificado fuertemente marcado por la preocupación social”.
El presidente de la República, Yamandu Orsi, se congratuló este jueves de que el nuevo pontífice, León XIV, sea “latinoamericano por elección”. En sus primeras impresiones Orsi declaró a la prensa que espera que el nuevo papa “continúe muchas de las cosas que Francisco dejó”.
Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo papa de la Iglesia Católica, y se convirtió en el primer pontífice originario de Estados Unidos. León XIV ofició como misionero de la orden de los agustinos desde 1980 en Perú, y en 2015 fue designado obispo de Chiclayo cargo que ejerció hasta el 2023 cuando el papa Francisco lo designó prefecto del Dicasterio para los Obispos. Prevost cuenta con nacionalidad peruana desde 2015, según informó el gobierno de Perú.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo saludó la elección del nuevo papa en un comunicado que destaca que “es un hecho histórico” que la Iglesia Católica cuente “por segunda vez” con un pontífice nacido y que ha servido en el continente americano. En su mensaje el gobierno deseó que “el nuevo papa pueda ejercer una labor que contribuya con la paz mundial y en el ejemplo, divulgando buena voluntad, esperanza, solidaridad, generosidad y justicia social para con los más necesitados”.
Asimismo, el cardenal uruguayo Daniel Sturla celebró a través de un posteo en X la elección del nuevo papa, se manifestó “feliz y con mucha gratitud” a Dios y al papa Francisco por “crearlo cardenal”, lo que le permitió “ser parte de este acontecimiento que lo enlaza con el llamado de Jesús a Pedro”.
El vicario de la arquidiócesis de Montevideo, Gonzalo Estévez, destacó la cercanía de León XIV con América latina. “La elección del nombre indudablemente tiene que ver con una voluntad del papa León de continuar la obra de León XIII”, indicó. El anterior papa homónimo fue “un hombre que se distinguió”, con uno de los pontificados “largos” en la iglesia, de 25 años. Se destacó “por una enorme preocupación por lo social”, por “el bienestar del obrero”, del trabajo humano “y su dignidad”. Estévez auguró que “seguramente va a ser un pontificado fuertemente marcado por la preocupación social”.