El secretario de Presidencia indicó que el gobierno de Lacalle Pou utilizó el mecanismo de la ampliación en todos los contratos de obras viales y se preguntó por qué habría una “debilidad ahora”.
El secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, informó que la negociación con el Consorcio Aguas de Montevideo se basó en los informes técnicos de OSE y que no hay un “cambio sustantivo” en el contrato con el privado tras el acuerdo llegado días atrás, que se tradujo en la anulación del proyecto Neptuno.
Sánchez recordó que los contratos cuentan con cláusulas de rescisión, con penalizaciones y otros que permiten la ampliación del objeto del contrato. Sobre esta última posibilidad, el jerarca se mostró sorprendido por la crítica de la oposición porque “el exministro [José Luis] Falero durante la administración pasada tomó todos los contratos de obra públicas viales y los amplió todos”.
Es decir, el gobierno “abría una licitación para hacer una ruta y luego te pedía que hicieras otra ruta en la ampliación de ese contrato”. Entrevistado en Radio 41, Sánchez puntualizó que este mecanismo fue aplicado durante los últimos cinco años.
“Entonces, si no hay debilidad en la ampliación de los contratos de obras viales, ¿por qué habría debilidad en la ampliación de un contrato, en este caso, en la modificación de un contrato que tiene que ver con el agua potable?”, reflexionó el jerarca.
Sánchez sostuvo que hay un “cambio geográfico” de la obra, pero no hay “un cambio sustantivo del objeto del contrato, que era construir una planta que tiene las mismas dimensiones y va a tener las mismas características técnicas”.
El pasado viernes, el gobierno y el Consorcio Aguas de Montevideo informaron sobre los cambios en algunos términos del contrato para construir una planta potabilizadora de agua de 200.000 metros cúbicos (diarios) en la cuenca del Santa Lucía, en las inmediaciones de Aguas Corrientes, en Canelones. “Junto con Aguas Corrientes, esta nueva potabilizadora va a permitir tener cerca de 900.000 metros cúbicos de producción de agua potable que garantiza ese abastecimiento”, señaló.
Las modificaciones también implicarán la construcción de una reserva de agua bruta en la zona de Solís Chico, Canelones, junto con una pequeña planta potabilizadora. “Por tanto vamos a poder solucionar los problemas de acceso al agua potable de toda la Costa de Oro, desde Jaureguiberry hasta el Arroyo Pando”, aseguró Sánchez en la conferencia de prensa de la semana pasada.
Al menos cuatro reportes de OSE descartaron la toma de agua del Río de la Plata, indicó el ministro
Por su lado, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, recordó los estudios de OSE generados en 2017, 2013, 2000 y 1970 que desaconsejaron la toma de agua del Río de la Plata.
Ortuño, que también fue entrevistado por la emisora maragata mientras se daba el diálogo con Sánchez, informó que que el estudio de 1970, que calificó como “el más importante de todos porque es el que tiene las grandes recomendaciones estratégicas”, recomendó la construcción de represas en Paso Severino y Casupá “y descartaba como prioridad la toma en el Río de la Plata advirtiendo los problemas de concentración de salinidad”.
“Así que estamos muy convencidos de la decisión tomada y con la mejor disposición de poner toda esta información y documentación al servicio del Parlamento”, adelantó al ministro. Esto porque Ortuño fue convocado a concurrir a la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados para el 4 de agosto.