Según los resultados de la nueva estimación correspondiente a 2024, un 32,2% de los menores de 6 años vive por debajo de la línea de pobreza.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó este viernes la estimación de la cantidad de personas y hogares que se encuentran por debajo de la Línea de Pobreza (LP), según datos recabados en 2024.
Los resultados de la nueva estimación, que utiliza una metodología diferente a las anteriores, indican que el 17,3% de la población vive por debajo de la línea de pobreza y que un 13,4% de hogares del país se encuentra en esa situación. Además, el 1,5% de la población vive en condiciones de indigencia.
El informe aclara que la edad y la ascendencia étnico-racial de las personas “son variables relevantes para el análisis” e informa que la pobreza afecta en mayor medida a los más jóvenes, particularmente a los menores de 18 años, independientemente de la región del país que se considere.
Para los menores de seis años la estimación de la incidencia de pobreza se ubica en un 32,2% del total, mientras que en los niños que tienen de seis a 12 años desciende al 28,1%. En los adolescentes de 13 a 17 años se registra un 27,5%, en los adultos de 18 a 64 años un 15,4%, y para los mayores de 65 un 6,3%.
El método de estimación utilizado hasta ahora se basaba en una línea de referencia marcada por la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares (EGIH) del año 2006, y en la presente edición se utiliza la EGIH de 2017, según dijo a M24 la economista experta en pobreza y desigualdad, Maira Colacce.
“La nueva estimación de la línea de pobreza” se ajusta a “las estructuras de pobreza y a las pautas de consumo sociales actuales del país”, explicó Colacce.
Entre 2006 y 2017 “hubo un aumento muy grande de los ingresos de los uruguayos” y eso generó que el “consumo se adapte a bienes de mejor calidad”, una canasta con bienes que tiene un componente mayor de la vestimenta y vivienda. En este contexto, Colacce señaló que “no es recomendable" comparar el nuevo resultado con el de las anteriores mediciones.
En Uruguay existen otras mediciones de la pobreza como la que realiza el Banco Mundial, la que hace la CEPAL y las oficiales. Según la economista, en todas ellas “los valores de la pobreza son diferentes” y lo que hay que hacer es “evaluarlas contra sí mismas” porque se trata de “metodologías diferentes”, aclaró.