97.9 fm MVD

102.5 fm Maldonado

˂ Volver a Portada

El vínculo entre dos líderes

Mujica y el papa Francisco compartían la preocupación de "cómo hacer de la humanidad una casa mejor", aseguró especialista en religión

José Mujica junto al papa Francisco. Foto: Presidencia de Uruguay.

Para el sociólogo Néstor da Costa, entre el papa Francisco y José Mujica había "un espacio común" de preocupaciones por los más pobres, las cosas sencillas de la vida y el cuidado del planeta.

El sociólogo y especialista en religión, Néstor da Costa, destacó el "espacio común" que compartieron el expresidente uruguayo José Mujica y el papa Francisco, preocupándose por los sectores más desprotegidos de nuestras sociedades, las "cosas sencillas de la vida" y el cuidado de la Tierra.

"El papa Francisco llegó con una mirada muy latinoamericana, que es uno de los grandes aportes de la Iglesia latinoamericana a la Iglesia universal", expresó Da Costa en diálogo con Nada que perder. "Esto implica que creer en Dios es hacerlo en concreto y desde los pobres", explicó, haciendo hincapié en que durante el papado de Francisco no hubo discursos de "moral sexual", ni condena a nadie "por pensar distinto".

"Fue un cambio radical que ponía el énfasis en las cosas sencillas de la vida, de su preocupación por los pobres", indicó. Recordó que Francisco se reunió con los movimientos sociales: "algo inédito", y que su encíclica "Laudato Si" en favor del cuidado de la Tierra también fue "algo novedoso".

Para el sociólogo, la preocupación por estos asuntos fueron un "espacio común" compartido entre el líder de la Iglesia Católica y el expresidente Mujica, ambos fallecidos recientemente, así como con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. "Tenían un vínculo cercano de preocupaciones de cómo hacer de la humanidad una casa mejor", añadió.

Consultado por la importancia que daba Mujica a la espiritualidad, el entrevistado explicó: "La espiritualidad es un fenómeno muy humano, es una búsqueda de sentido interior profundo que va más allá del rezo". En ese sentido, apuntó que Francisco -a diferencia de las posturas más tradicionales de la Iglesia- llamó a "encontrarse con el ser humano", más allá de sus definiciones religiosas y políticas.

En la Iglesia Católica, puntualizó, hay dos corrientes: una preocupada por seguir el mensaje originario de Jesús en el siglo XXI y otra en atraer más gente a la institución.

"Un uruguayo que iba a misa a diario estafó a miles de personas", lanzó da Costa sin mencionar ningún nombre en particular. Y reflexionó: ¿Qué importa más: ir a misa diaria o tener un comportamiento cristiano de atención a los débiles y de honestidad? "Esas son dos tensiones que hay en la Iglesia", aseguró.