“Todo lo que diga Yurramendi está en tela de juicio y carece de veracidad”, afirmó Morel. Y apuntó: "Botana es cómplice de haber dejado la Intendencia tan dañada".
En Cerro Largo "no se le tenía mucho cariño a los dineros públicos", aseguró el intendente de ese departamento, Christian Morel, en una entrevista con Nada que perder en la que arremetió contra la gestión de su antecesor, el también nacionalista José Yurramendi.
Morel denunció que la Intendencia arrastra una deuda de 1.630 millones de pesos y que las cuentas de Ancap y las líneas de crédito están cerradas. Señaló que en la comuna existe una “superpoblación de funcionarios” (unas 500 personas más de lo necesario), sin que se “haya detectado” qué función cumplen. Según informó, desde que asumió el 10 de julio, 140 funcionarios renunciaron o fueron cesados.
Morel sostuvo que el exintendente Yurramendi recibió 600 millones de pesos de deuda y la incrementó a 1600 millones. “No solo la incrementó, sino que nos dejó un fideicomiso a pagar a 10 años”, afirmó.
En este punto, el jerarca fue consultado por las declaraciones de Yurramendi, quien dijo que Morel estaba al tanto de esta deuda porque el actual secretario de la Intendencia, así como el actual contador general, fueron parte de la administración pasada, y hubo ediles de su sector que acompañaron ese fideicomiso y otros convenios en la Junta Departamental.
Yurramendi “miente cuando dice que ya tenemos las cuentas bancarias habilitadas para crédito”, enfatizó el entrevistado, “cuando una persona miente, desacredita todo lo que dice”. “Ese mismo contador fue el que permitió que la deuda no fuera más grande, por eso hoy está trabajando conmigo”, sostuvo.
Por otro lado, reconoció que los ediles de su sector votaron el fideicomiso “convencidos de que iba a ser una herramienta” para salir adelante y también votaron la Rendición de Cuentas de 2023 “donde había 1000 millones de deuda”, porque Yurramendi dijo que la situación “iba a cambiar” en 2024. Pero eso no ocurrió y la deuda es hoy de 1.600 millones de pesos. “Todo lo que diga Yurramendi está en tela de juicio y carece de veracidad”.
Morel criticó los salarios y las compensaciones que se pagaban, y como ejemplo de la “superpoblación” de trabajadores, citó el caso del staff de comunicación y protocolo de la Intendencia, conformado por 27 personas. “Una persona en agosto de 2024 cobró un sueldo bruto de 227.000 pesos para hacer tarea de comunicación”, dijo.
Por otro lado denunció que había funcionarios y no funcionarios de la Intendencia que “estaban autorizados a colocar combustibles en diferentes vehículos” en Ancap, que la investigación interna buscará detectar si eran coches oficiales o no.
En otro tramo de la entrevista, Morel fue consultado por las críticas del exintendente de Cerro Largo, el nacionalista Sergio Botana (a cuyo sector pertenece Yurramendi), quien afirmó sentirse dolido porque entre los funcionarios cesados había una trabajadora con un cuadro grave debido a una operación cerebral.
“Él es cómplice de haber dejado la Intendencia tan dañada como la dejó y después fue cómplice del intendente Yurramendi”, respondió Morel sobre Botana y aclaró que la funcionaria fue devuelta a su cargo apenas conocida su situación de salud.
“Si hay algo que le duele a Sergio Botana, es que yo me haya apartado de las filas de él, por no querer estar más bajo su mando y bajo la pata de él, por quererme hacer una mala jugada, dejándome fuera de una lista de la diputación y creyendo que políticamente me enterraba”, señaló en referencia a su encontronazo con el dirigente blanco en las elecciones pasadas.