97.9 fm MVD

102.5 fm Maldonado

˂ Volver a Portada

Desde adentro

Montevideo Sonoro: cuando la ciudad canta su historia

Construcción de edificio en zona del Parque Batlle. Vista aérea de Montevideo: Pablo La Rosa / adhocFOTOS

“La canción logra retener un montón de cosas que la ciudad ha ido perdiendo. Hay una huella que la ciudad va cediendo al cambio evidente [...] Y la canción lo retiene”, consideró Carlos Dopico.

Montevideo Sonoro no es una visita guiada común. Es una experiencia colectiva, íntima y sensorial, que propone recorrer la ciudad desde sus canciones. Este proyecto, que comenzó hace más de una década, ha crecido en forma, escala y participación, y hoy conecta a cientos de personas con la historia, el territorio y el patrimonio musical montevideano.

La idea original surgió a partir de la inquietud de dos canarios, Daniel Machín y Gabriel Bentancor, de identificar esquinas emblemáticas mencionadas en canciones. Según relató el periodista Carlos Dopico, uno de los actuales referentes del proyecto y guía en los recorridos, los primeros pasos incluyeron “un stencil, un código QR, en algunos casos con un afiche que identificara al parlantito de Montevideo Sonoro”. Con el tiempo, la información se canalizó en un mapa web que hoy contiene más de 400 canciones georreferenciadas.

“Claro que nunca pensamos que esto que estamos haciendo hoy iba a tener la convocatoria que tiene”, dijo Dopico para la columna Desde adentro del periodista Diego Martini en Nada que perder, y recordó que al principio imaginaban atraer apenas “15 melómanos o 10”. 

Hoy, cada salida convoca hasta 120 personas, de perfiles muy diversos. “Viene la abuela con el nieto, viene la pareja, vienen los vecinos del barrio, compañeras de laburo”, ilustró Dopico.

El formato de recorrido permite caminar libremente por los barrios, con canciones que suenan en alta fidelidad y una narrativa que mezcla contexto histórico, social y musical. Las canciones seleccionadas hacen referencia directa al territorio: “La canción debe mencionar una esquina, una calle, un personaje, un edificio que esté relacionado con el barrio”. Algunas hablan de calles específicas, otras de trayectos o de acontecimientos históricos.

El trabajo de curaduría no solo implica elegir canciones, sino también contactar personalmente a los artistas. “Cada canción que suena ahí es porque antes tuvo una gestión con el artista que hicimos personalizadamente”, contó Dopico, a la vez que destacó que ese contacto también enriquece la información sobre cada obra. 

Una de las claves del proyecto es el carácter colaborativo. “La data se construye entre todos quienes participan y eso es una riqueza enorme”, afirmó. Durante los recorridos, vecinos y asistentes aportan recuerdos, anécdotas y nuevas capas de sentido a las canciones. Algunos incluso señalan transformaciones urbanas que de otro modo podrían pasar desapercibidas.

“La canción logra retener un montón de cosas que la ciudad ha ido perdiendo. Hay una huella que la ciudad va cediendo al cambio evidente [...] Y la canción lo retiene”, consideró el periodista.

La experiencia también interpela emocionalmente. “Una frase que nos dicen reiteradamente es: ‘No puedo volver a escuchar esa canción sin asociarla al territorio. No puedo volver a transitar este lugar sin escuchar aunque no escuche la canción’”, contó Dopico y agregó que, en muchos casos, la música se convierte en una forma de redescubrir el entorno cotidiano. “La invitación es a eso, a ser turistas un rato en tu propia ciudad y conocer cosas que seguramente desconocías”, dijo.

El impacto también alcanza a los artistas. Algunos han participado en los recorridos y se sorprenden al escuchar su canción en el lugar que inspiró su creación. “En muchos casos quizá evocaron ese lugar en la canción, pero nunca escucharon la canción en ese mismo lugar”, expresó Dopico.

Con géneros que van desde el candombe y el tango hasta la balada rockera y el blues, Montevideo Sonoro ofrece un mosaico sonoro diverso que permite repensar la ciudad a través de sus músicas.