Mi angustia existencial es que los humanos tengan tiempo de reaccionar y de reparar el desastre que están haciendo, dijo Mujica

El expresidente José Mujica señaló que corremos "el inmenso riesgo" de ser "sepultados por el éxito porque el motor de esta civilización es el egoísmo".
Este miércoles durante la presentación de la fundación progresista Siembra en el Teatro El Galpón, Mujica disertó junto al senador Alejandro Sánchez, el sociólogo Denis Merklen, la doctora Karina Batthyány y la investigadora Dora Barrancos.
"Estamos programados para querer vivir, pero sabemos que al final morimos y ese desafío es una de las claves de la vida, está presente porque la naturaleza nos puso conciencia, esa cosa rara que nos permite hacernos preguntas que no tienen respuesta y nos han sumido en angustia, le hicieron crear al hombre mitologías, religiones, civilizaciones, símbolos, porque es un animal utópico, necesita creer en algo, necesita explicaciones y cuando no las tiene tiene que inventar con fe aunque no las pueda demostrar y exista. Y todas las cosas existen porque nacen, el milagro de nacer es el más grande. A diferencia del resto de los animales tenemos la hermosa tragedia de tener conciencia", expresó.
El expresidente señaló que tomó "la militancia por la vida como la causa de su vida", y que "estamos en una época de cambios pavorosos, corremos el inmenso riesgo de ser sepultados por el éxito", ya que si bien la civilización política catapultó a la ciencia y la impulsó, con logros maravillosos, "no puede parar porque su motor es el egoísmo".
"La civilización no tiene dirección política, está manejada por el mercado; tenemos una explosión tecnológica pero la naturaleza tiene límites, no es solo el cambio climático, hay cañadas sin mojarras, hay zapallos que no polinizan porque faltan insectos, hay crisis de lombrices, hay mil manifestaciones de la naturaleza que están acusando los fenómenos de los que nos damos cuenta y de los miles que no nos damos cuenta en la la rizosfera, en el agua, en el aire que respiramos", explicó.
Mujica señaló que "la ciencia no gobierna, lo hace una política débil en un mundo que debe tomar decisiones globales y sabe lo que hay que hacer, el sapiens sabe lo que tiene que hacer, pero no lo puede hacer porque no tiene dirección política capaz de enfrentar los intereses que hay que enfrentar". "Será la humanidad sepulturera de si mismo, iremos al holocausto ecológico", se preguntó.
"Mi angustia existencial es que los humanos tengan tiempo de reaccionar y de reparar el desastre que están haciendo", ya que "el éxito de nuestra civilización está basado en el egoísmo de la ganancia y no puede parar y tiene que hacer de cada ciudadano un comprador compulsivo. Es una civilización de descarte, tenemos que despilfarrar permanentemente", lamentó.
Advirtió un "sometimiento" a la política de acumulación, que hace que los ciudadanos tengan que "trabajar para consumir y despilfarrar". En ese sentido, expresó que "antes decíamos socialismo o barbarie, ahora hay que empezar a gritar: la lucha es por la vida ante el peligro de la muerte".
"Hay que retemplar, no hay nada que esté laudo. Mi generación vivió bajo el peligro del holocausto nuclear, que dependía de una decisión política. Pero esta civilización depende del mercado, lo único preponderante ya no es la decisión política, la política está sometida al juego de intereses que están por delante, lo estamos padeciendo", expresó.
Durante la pandemia de Covid-19, "era lógico colectivizar las patentes y fabricar todas las vacunas que se pudieran. Sin embargo la propiedad del conocimiento fue más fuerte que la vida", y con este precedente se preguntó si será posible determinar "como corregir la temperatura media del mundo, como acotar o como tomar la medida de no podrir los océanos o como evitar que infectemos la rizosfera".
Mujica definió al Siglo XXI como el de la biología, destacó el avance tecnológico y la inteligencia artificial, aunque señaló que si bien "es inagotable y maravilloso lo que hay por delante", advirtió que "o se gobierna para la acumulación o para la vida, esta es la cuestión".
"Hay toda una lucha reivindicativa por delante, pero no se olviden de la defensa de la vida, no solo hay que pelear por una sociedad más justa. Hay que empezar a pelear por el derecho a vivir que tienen las generaciones que vienen. Es demasiado peligroso este aprendiz de brujo llamado sapiens, que no es Dios, pero puede ser héroe o ser macabro", sentenció.