En Montevideo, en el marco de la cumbre de presidentes del Mercosur, se firmaría un acuerdo que tiene 25 años de discusión.
Este jueves y viernes Montevideo es sede de una nueva Cumbre de Presidentes del Mercosur en el que Uruguay dará el traspaso de la presidencia pro témpore.
Pero no es una cumbre más. Cae en el preciso momento en que el bloque regional concuerda con la Unión Europea firmar un dilatado acuerdo comercial que lleva 25 años en debate, con resistencias de algunos países centrales del viejo continente.
Este Tratado de Libre Comercio deberá ser firmado este viernes por los representantes de ambos bloques continentales.
El canciller Omar Paganini aseguró que todos los países han expresado su acuerdo por la firma y será este viernes cuando se cierre el lento proceso de negociación.
Una demostración de que se concretaría la firma se expresa en la visita a Uruguay de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Hay que agregar que la jerarca europea arribó previamente a Brasil. Von der Leyen publicó en su cuenta de X: “La meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista. Vamos a trabajar, vamos a cruzarlo. Tenemos la oportunidad de crear un mercado de 700 millones de personas. La mayor asociación comercial y de inversión que el mundo haya visto jamás. Ambas regiones se beneficiarán”.
A mediados de noviembre se realizó el G20 en Brasil. El presidente Luis Lacalle Pou estaba invitado, pero prefirió no concurrir por la campaña electoral que se desarrollaba en Uruguay de cara al balotaje.
En Río de Janeiro se reunían los países centrales del planeta. Fue allí desde donde Von der Leyen remarcó la importancia económica y estratégica del acuerdo Mercosur-Unión Europea, luego de reunirse con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
En tanto, la funcionaria europea se refirió a los objetivos del G20 y destacó el "liderazgo" de Lula. “Europa apoya plenamente vuestra Alianza Global contra el hambre y la pobreza”, dijo desde entonces Von der Leyen, al tiempo que manifestó estar "totalmente dispuesta a apoyar las ambiciones de la presidencia brasileña".
¿Qué implica este acuerdo?
La baja de aranceles de forma progresiva que en 10 años eliminaría casi la totalidadV de los derechos sobre las mercancías que Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay venden a Europa, al tiempo que en el sentido contrario será por 15 años alcanzando hasta un 90%, consigna Ámbito.
También se prevé un desgravamen del orden del 14% de los productos europeos exportados a este continente y el Mercosur contará con un beneficio en el 74% de los bienes colocados en la UE.
Desde el primer día ingresarán a ese mercado con arancel cero los productos como aceites para uso industrial, merluza, vieiras y calamares; manzanas, peras, duraznos, cerezas, ciruelas y uvas de mesa; legumbres, café, mate y té.
También se permitirá que otros productos pueden ser desgravados de 4 a 10 años, como langostinos, conservas de pescado, hortalizas, plantas, tubérculos alimenticios, limones, naranjas y mandarinas, frutillas, harina de maíz, biodiesel, golosinas, helados y dulce de leche.
¿Y Francia?
El gobierno francés y sectores del agro de aquel país se han manifestado en contra de este acuerdo, ya que rechazan la baja de aranceles para productos agrícolas que entienden pueda complicar al mercado local francés en términos de competencia.
Paganini se expresó respecto al rechazo de Francia y a la voluntad de este país en hacer caer el acuerdo. "Los mecanismos de aprobación de la Unión Europea aparentemente le impiden al gobierno francés, desde el punto de vista formal, bloquear este acuerdo".