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La Tapadita

Martinelli y Mieres participaron en fiestas privadas de dirigentes de sindicato policial denunciados por graves irregularidades ante MEC

Pablo Mieres, durante la presentación de las medidas. Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS
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El ex Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom), que cambió de nombre cuatro veces y ahora se denomina Sipolna (Sindicato Policial Nacional), fue objeto de una solicitud de intervención presentada ante el Ministerio de Educación y Cultura en la que se denuncia un cúmulo de denuncias graves y gravísimas, informó el periodista Eduardo Preve en su columna ‘La Tapadita’.

Preve confirmó que el miércoles pasado fue presentado ante el Ministerio un pedido de intervención al Sipolna, el sindicato policial más grande del país en número de afiliados, entre 10.000 y 15.000, y también en manejo de dinero, entre 130.000 y 180.000 dólares por mes. La denuncia es patrocinada por el abogado Juan R. Williman.

Comprende “diez irregularidades graves y gravísimas”. Los cambios de nombre aparentemente son una práctica de sus autoridades para perpetuarse en los cargos sin convocar a elecciones. De hecho no las hay desde hace 15 años, añadió el reportero. Patricia Rodríguez, la actual jerarca de Interior, presidió esta entidad durante varios años. La actual presidenta, Patricia Noy, fue designada por la directiva.

La presentación ante Educación y Cultura, que específicamente se trata de un pedido de intervención a la personería jurídica, incluye la solicitud de que el caso sea derivado a la Fiscalía General de la Nación si la cartera verifica los hechos de apariencia delictiva.

Las irregularidades denunciadas van desde expulsiones de dirigentes y socios sin que se cumpla el debido proceso; manejos económicos irregulares; fiestas privadas para dirigentes en algunas de las cuales participaron los ministros de Trabajo, Pablo Mieres, y de Interior, Nicolás Martinelli; hasta fines de semana pagos para dirigentes en centros termales y en estancias turísticas, reseñó el columnista.

Agregó alquiler de vehículos de alta gama para dirigentes; denuncias de acoso sexual al secretario general, Fabricio Ríos, defendido por abogados pagados por el sindicato, que no los pone para defender a las víctimas, quienes deben recurrir a abogados particulares; cuatro cambios de nombre como método para evitar convocar a elecciones; y cambios de estatuto prescindiendo de la realización de asambleas.

Al Pit-Cnt le declara tener solo 2.000 afiliados para verter la menor cantidad posible de dinero a las finanzas de la central; hace manejos irregulares de horas sindicales, algunas se las otorga a otro sindicato policial; e incurre en gastos irracionales de alquileres locativos.