Actualmente el ejército israelí controla el 75% del enclave palestino. La ocupación de la Ciudad de Gaza podría provocar el desplazamiento de 1 millón de personas.
El Gabinete Seguridad de Israel aprobó en la madrugada de este viernes el plan militar del primer ministro Benjamín Netanyahu para ocupar la Ciudad de Gaza, ubicada en el norte del enclave palestino, lo que provocaría el desplazamiento de un millón de gazatíes.
“Las Fuerzas de Defensa Israelíes se prepararán para tomar el control de la Ciudad de Gaza a la vez que se provee ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate”, señala el comunicado de la Oficina del Primer Ministro.
De este modo se da luz verde a las intenciones de Netanyahu de expandir la ofensiva militar a las zonas donde se cree que están los 50 rehenes israelíes retenidos por Hamás, pese a la oposición de “cientos de personas” que este jueves salieron a las calles en Israel por considerar que se pone en riesgo a los 20 cautivos que seguirían vivos.
El plan plantea “desarmar a Hamás”, el regreso de todos los rehenes “con o sin vida”, la desmilitarización de la Franja de Gaza, “el control israelí de la seguridad en la Franja de Gaza” y el establecimiento de una “administración civil alternativa” que no sea ni de Hamás ni de la Autoridad Palestina.
Actualmente el ejército israelí controla el 75% del enclave palestino y considera zona militar el 88% de la Franja, según informa El País de Madrid. Con el plan aprobado este viernes tomará parte del 12% restante, “donde se amontonan la mayoría de los dos millones de gazatíes en una situación de debilidad y desamparo extrema”.
Los expertos coinciden en que la decisión de ocupar militarmente la Ciudad de Gaza agrava la crisis humanitaria extrema que atraviesa la población del enclave palestino. Alrededor de 1,9 millones de personas —el 85 % de la población gazatí— se encuentran desplazadas internamente. El Programa Mundial de Alimentos advierte que la mitad de la población sufre “hambre catastrófica”.
Desde el 7 de octubre de 2023, la ofensiva israelí provocó la muerte de más de 59.000 personas, entre ellas, casi 18.000 niños, según datos del Ministerio de Salud de Gaza.
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