Los presidentes de Brasil y Chile arribaron este jueves pasado el mediodía al Salón de los Pasos Perdidos para despedir al expresidente uruguayo.
El presidente de Brasil, Lula da Silva, y su par chileno, Gabriel Boric, acudieron al Palacio Legislativo para ofrecer honores a José Mujica, quien falleció este martes con 89 años. Estuvieron junto a su viuda, Lucía Topolansky, y al presidente uruguayo, Yamandú Orsi, entre otras autoridades nacionales.
Los mandatarios llegaron pasado el mediodía para participar del velatorio del expresidente uruguayo. Lula está acompañado de su esposa, Rosángela da Silva. Ambos líderes fueron amigos personales de Mujica. Lula da Silva tuvo unos minutos de diálogo con Orsi frente al féretro de Mujica. Luego, el presidente brasileño dialogó con Topolansky.
Lula había expresado su pesar por la muerte del expresidente Mujica, a quien describió como un símbolo de lucha, humildad y compromiso social. "Me desperté en Pekín con la triste noticia de que hoy nos dejaba Pepe Mujica, dejándonos llenos de tristeza, pero también con muchas lecciones", escribió en su cuenta de X esta semana.
"Su vida fue un ejemplo de que la lucha política y la gentileza pueden ir de la mano. Y ese coraje y esa fuerza pueden venir acompañados de humildad y desapego", agregó Lula, y destacó que "defendió la democracia como pocos. Y nunca dejó de luchar por la justicia social y el fin de todas las desigualdades".
Tras conocer la noticia del fallecimiento, el presidente Boric destacó el legado de Mujica: “la esperanza incombustible de que es posible hacer las cosas mejor”. También afirmó que le dejó la convicción de que “mientras palpite el corazón y haya injusticia en el mundo vale la pena seguir luchando”. Boric expresó: “te vas físicamente pero te quedas para siempre” e hizo una promesa: “el Olivo que plantamos en febrero en tu chacra florecerá”.
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