Luego del escrutinio final, en Lavalleja se sucedieron acusaciones públicas por parte de dirigentes blancos y colorados contra la cúpula nacionalista departamental. La competencia para investigar las amenazas y las presiones políticas las tiene el Poder Judicial.
En su columna La tapadita, el periodista Eduardo Preve trazó una cronología de los hechos ocurridos en el marco del escrutinio de los votos de las elecciones departamentales en Lavalleja, que incluyeron denuncias de intentos de fraude electoral por parte de dirigentes del Partido Nacional. Preve informó que luego de realizar diligencias, la Corte Electoral sigue considerando válido el escrutinio definitivo en Lavalleja que dio por ganador a Daniel Ximenez por el Frente Amplio (FA), y aseguró que la competencia para investigar amenazas e intento de fraude electoral está en la Justicia ordinaria y la Fiscalía.
Hasta el momento, las únicas denuncias radicadas en la Justicia fueron hechas por dirigentes del Partido Nacional (PN) que consideran que han sido difamados e injuriados por las acusaciones de fraude que han realizado públicamente el presidente de la Junta Electoral de Lavalleja Miguel Azurica, en representación del PN, y el edil del Partido Colorado (PC), Luis Carrese, también excandidato a intendente por esa colectividad. En comunicación formal con la Corte Electoral, Azurica no reafirmó sus acusaciones públicas del lunes 19 de mayo, sino que afirmó “que hubo una reunión privada” en el Hotel Verdún, “pero que no tuvo que ver con la Junta Electoral”.
Luego de finalizadas las elecciones departamentales del 11 de mayo y el escrutinio primario, la cúpula del PN se reunió en el Hotel Verdún de Minas el martes 13 de mayo, para organizar la anulación completa de una urna a la cual le faltaban sobres de votación. Según explicó Preve, la urna contaba "con 40 a 50 votos a favor del FA", por lo que anularla "reduciría la diferencia de votos" en una elección reñida como la de Lavalleja.
A esa reunión fue llamada la representante del PC en la Junta Electoral, Miriam Soria, quien declaró que en el hotel las dirigentes del PN les decían lo que tenían “que hacer y [lo que] no”. A su vez uno de los tres funcionarios veedores que envió la Corte Electoral desde Montevideo para apoyar representando al PN, PC y FA respectivamente, debía ser “imparcial”, pero también “estaba diciendo lo que había que hacer y lo que no”, subrayó Soria.
Por su parte, el colorado Carrese criticó a varios dirigentes del PN, entre ellos a la diputada nacionalista Adriana Peña y al exintendente Mario Garcia, porque “el Partido Nacional actuó con muy mala fe en el escrutinio”. Aseguró que “por suerte estaban los delegados del PC y del FA”, durante el conteo de votos. “Azurica se acercaba” a los colorados y les decía: “Tengo amenazas, tengo llamadas, mil preocupaciones me ha generado, he terminado en la asistencia médica”, relató Carrese.