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Análisis

La presencia cada vez mayor de la ultraderecha desestabiliza el sistema político francés, señaló el sociólogo Denis Merklen

Tres meses duró el gobierno francés del primer ministro Michel Barnier tras su designación por el presidente Emmanuel Macron, un sobresalto provocado por una moción de censura votada por la izquierda y la ultraderecha y que agudiza una crisis profunda en la segunda economía más grande de la Unión Europea, asunto que el sociólogo Denis Merklen analizó en Nada Que Perder de M24.

Merklen explicó que “es una crisis política muy importante, muy grave; es la primera vez desde el año 1962 que el Parlamento hace renunciar a un gobierno, la segunda vez en la IV República”.

Por lo tanto, en Francia se desarrolla “una situación muy delicada, con una serie de incertidumbres que se abren inmediatamente y para el porvenir que tiene muy preocupada a toda la población, a la clase política, al gobierno por supuesto”.

En el reciente ciclo electoral galo, el electorado con su voto creó un escenario partidario con tres bloques: la izquierda, la derecha liberal y la derecha extrema nacionalista; Merklen lo analizó:

“Es la manifestación de una crisis política, que va mucho más allá, es mucho más profunda que el simple impasse en el que se encuentra ahora el presidente de la República y la situación de no tener gobierno”; a continuación, recordó que “en Francia el presidente no gobierna” sino que lo hace “el primer ministro”.

Al respecto el entrevistado detalló que “ese primer ministro y su gobierno son nombrados por el presidente y aprobados por el Parlamento; la clave principal de esa crisis política es la presencia cada vez mayor, más contundente, más afirmada, de la ultraderecha del ‘Encuentro Nacional’, de Marine Le Pen (…) que desestabilizan el sistema político francés”.

Hasta el ciclo electoral anterior al último, “se los tenía siempre por fuera del sistema político con el famoso ‘frente republicano’, como se le llama en Francia al cordón sanitario que reunía a todas las fuerzas políticas de la democracia frente a la ultraderecha”.

Sin embargo, “el trabajo de normalización que ha hecho el Frente Nacional (partido antecesor del Encuentro), de integración dentro de la vida política y en consecuencia el crecimiento electoral que ha tenido, hace que esto ya no sea sostenible”, describió.

“El Frente Nacional en las últimas elecciones fue la primera fuerza más votada, con un crecimiento en el número de votos muy grande, y hoy con 124 diputados; entonces ese es el principal problema; el otro es la profundísima crisis de los bloques políticos tradicionales, la izquierda y la derecha, que quedaron totalmente desestabilizados con la llegada de Macron al poder”, destacó.

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