La planta de Tarariras, en Colonia, está recibiendo leche para industrializar provisoriamente, mientras los empresarios que pretenden comprar la empresa se hacen cargo del negocio.
El sindicato de trabajadores de la empresa láctea Calcar confirmó que la planta ubicada en Tarariras, Colonia, retornó provisoriamente a sus actividades este miércoles, luego de 50 días de ocupación y negociaciones, mientras se resuelve en el juzgado de Concurso qué sucederá con la empresa.
“Se han cerrado los acuerdos comerciales que permiten la llegada de la materia prima a la planta”, dijo el secretario general de Asociación Laboral de Trabajadores de Calcar (Altrac), Washington Marzat, en diálogo con Nada que perder.
Calcar es una empresa que “hace más de una década comenzó con problemas de carácter financiero”, aseguró Marzat. Agregó que diferentes circunstancias “que tienen que ver con el mercado”, y las dificultades “en torno a la industria láctea” fueron haciendo “la mochila cada vez más pesada”. Es una empresa que “estuvo muy mal administrada, con enormes dificultades, y que cayó por su propio peso”, señaló. El pasado 2 de abril la compañía cesó las operaciones “con un enorme costo social para el país y para la zona”, destacó Marzat.
En ese sentido, afirmó que el sindicato trabajó “arduamente” junto a diferentes autoridades, con el síndico interventor de la empresa y con los empresarios que quieren comprar Calcar para volver a abrir la planta. Ante este panorama, la semana pasada el juez de Concurso autorizó a reabrir la planta de manera provisoria, mientras concluye el proceso judicial. Quien se hará cargo de la operativa en Calcar será una “empresa que era de las distribuidoras más grandes” que tenía la planta y “tiene ganas, riesgo mediante” de poder “presentarse a una compra de la planta”, explicó Marzat.
La reapertura de Calcar representa una solución laboral para unos “40 a 50 trabajadores”, de los 107 que tenía la planta. A su vez, el acuerdo alcanzado por los nuevos responsables con los productores que abastecen la leche para industrializar, implica la entrega de 30 a 40.000 litros de leche, que comenzaron llegar este miércoles 28 de mayo. Aún así “la planta cuenta con una capacidad para 250.000 litros de leche en los silos de recibo”, apuntó.
En cuanto al pago de los salarios y partidas adeudadas, el sindicato trabaja junto al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en una solución legal para que se pueda acceder al pago de lo trabajado en marzo a través de un dinero que corresponde a la devolución de IVA que recibió Calcar en medio de estas circunstancias, pero no fue entregado. El resto de lo adeudado prevén alcanzarlo más adelante a través del Fondo de Insolvencia Patronal, si es que la misma se declara en el juicio de Concurso. “Llegar a esos fondos” permitiría “poner un paño frío en esa situación tan angustiante”, concluyó.