El grupo no logró acreditarse por firmas repetidas, ilegibles y otras irregularidades; ahora tiene 20 días para corregirlas.
El partido La Libertad Avanza Uruguay no alcanzó el mínimo de firmas requeridas para acreditarse como partido ante la Corte Electoral. Según lo establece el artículo 7 de la Ley 18.485, necesitaban reunir aproximadamente 1.345 firmas de ciudadanos habilitados para votar en la última elección nacional.
La Corte Electoral informó que no se cumplió con el requisito debido a firmas repetidas, ilegibles y otras observaciones técnicas. Ahora, el partido encabezado por Nicolás Quintana, un exdirigente de Cabildo Abierto, que también pasó por el Partido de la Gente, Partido Colorado y Partido Nacional, dispone de 20 días para corregir estas deficiencias.
El politólogo Daniel Chasquetti explicó para la columna Desde Adentro del periodista Diego Martini en Nada que perder que el fenómeno de Javier Milei en Argentina “es producto de la crisis económica y política que vivió Argentina en los últimos tres o cuatro años, donde se alternaron la derecha y la izquierda gobernando y los resultados fueron malos”.
Chasquetti sostuvo que Uruguay está “lejísimos de una situación así”, ya que para que una formación como la de Javier Milei tuviera impacto, “debería existir una crisis de legitimidad”, lo cual “no ocurre en Uruguay”. “Los partidos siguen estando fuertes, la representación es sólida, así que no tiene asidero ni va a tener ningún resultado”, sostuvo el politólogo.
Por su parte, la politóloga Federica Blanco señaló que, a diferencia de Argentina, “Uruguay ha tenido una cultura política más moderada y estructurada, de carácter más institucionalista con una alta confianza en las instituciones”.
Además, destacó que Uruguay no está viviendo “la crisis institucional y económica” que está viviendo el país vecino y afirmó que “en este contexto, no tendría cabida el surgimiento de La libertad avanza por el contexto de Uruguay, que no es comparable al de Argentina”.
Desde el Partido Colorado, el diputado Juan Martín Jorge opinó que, teniendo en cuenta el éxito “momentáneo” y “circunstancial” que está teniendo este partido de ultraderecha en Argentina, “es entendible que alguien quiera replicar ese éxito o esas ideas en Uruguay”.
Si bien reconoció que “siempre hay un público descontento o que busca la novedad”, en Uruguay es una constante que los partidos tradicionales son “los que logran mantener una continuidad, una institucionalidad, una formación de políticos y mantenimiento de ideas”.
Por su parte, la diputada frenteamplista Inés Cortés manifestó que “no es tan fácil importar ideas de afuera” y consideró que el intento de traer este partido político a Uruguay “no funciona” porque aquí hay “una cultura y un diálogo democrático”.
Si bien Cortés expresó que “hay determinados discursos de odio, de reacción, de reactividad” que en un país como Uruguay “todavía no calan”, también aclaró que hay que estar “vigilantes” y “cuidando” los valores democráticos.
En tanto, desde el Partido Nacional, el diputado Amin Niffouri afirmó que “por suerte” en Uruguay son “políticamente distintos”, ya que se cuenta con partidos políticos “muy fuertes y muy sólidos”, que están “consolidados en el territorio” y “en contacto con la gente”.
Para el legislador, en este contexto “se hace más difícil” el ingreso de modelos o partidos que funcionan en otro país.