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La gobernabilidad del Frente Amplio sin mayorías parlamentarias

En estos días están en discusión algunos proyectos de ley que se han trancado en la negociación entre oficialismo y oposición.

Una de las grandes incógnitas que despertaba la nueva configuración parlamentaria era justamente cómo podía afectar la gobernabilidad y las posibilidades de acuerdo. Estos primeros días muestran que esas dificultades aparecen en el día a día y en la negociación permanente en el legislativo. También estos primeros días muestran que se debe generar una mejor sintonía, lograr la mejor ecuación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Es parte del proceso de negociación. Aunque no es definitivo ni mucho menos, estos primeros 3 meses y medio de gobierno dejan al descubierto la diferencia de gobernar con mayorías propias o construidas con coalición respecto a gobernar sin mayoría y la necesidad de negociación permanente proyecto a proyecto. El FA carece de experiencia en gobernar en coalición y siempre se sustentó en mayoría propia asociada a una fuerte disciplina partidaria.

Decías que el FA no está acostumbrado a gobernar sin mayoría propia, pero tampoco tuvieron mayoría los gobiernos blancos y colorados posdictadura.

Lo primero es que en general es más fácil construir una coalición que buscar mayorías caso a caso. Es decir, al generar una coalición legislativa o de una coalición de gobierno, se generan algunos acuerdos macro de participación, negociación y apoyos recíprocos que hacen menos cotidiana la necesidad de negociación. Negociar caso a caso es el camino contrario. Efectivamente blancos y colorados tuvieron una experiencia que les fue positiva en la generación de coalición en los gobiernos de Lacalle Herrera, el segundo gobierno de Sanguinetti y el gobierno de Jorge Batlle. En el último caso, más allá del retiro de los ministros por parte del PN con la crisis de 2002, se mantuvo la coalición en el Legislativo, lo que sostuvo al gobierno avanzando en agenda. En el caso del último gobierno que finalizó, fue una coalición mucho más heterogénea, que derivó de una necesidad o un acuerdo mínimo de coalición electoral para construir una coalición legislativa y en parte de gobierno. Pero básicamente la coalición funcionó por 2 grandes factores: la necesidad de sostener al gobierno ante la oposición; y por otro lado un manejo muy presidencialista y de imposición por parte de Lacalle Pou que le funcionó porque ejerció el poder con mucha potencia.

Se vienen momentos clave para el gobierno y la necesidad de mayorías en la Cámara de diputados genera un desafío tal como están las cosas.

Efectivamente, tanto el gobierno en tanto Poder Ejecutivo, como la bancada del Frente Amplio deberían aprender de estos primeros pasos. Se vienen instancias muy importantes para el gobierno entre leyes como la de la Caja Profesional, alguna otra ley relevante para el gobierno, la Rendición de cuentas y fundamentalmente el Presupuesto quinquenal… Todo esto necesita de la negociación necesaria, que aparece por momentos un poco más compleja y más dura de lo inicialmente previsto por los propios actores, con algunas posiciones muy duras desde la oposición que necesitan la respuesta del oficialismo para ablandar esas posiciones si se quiere llegar a buen puerto con estas instancias clave para el gobierno.