Juan Ignacio Dorrego planteó que la institución debe enfocarse en “agrupar, priorizar y consolidar algunas líneas que impacten sobre cadenas de valor y sectores productivos estratégicos”.
La Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) cumple diez años de funcionamiento formal en 2025, y su presidente, Juan Ignacio Dorrego, aseguró a Nada que perder que la institución atraviesa una “etapa de consolidación”.
Consultado sobre el enfoque del directorio anterior, respondió que “fue un periodo marcado por circunstancias como la pandemia”, pero que tuvo una lógica “casi que asistencial” sobre las micro, pequeñas y medianas empresas. En este sentido, manifestó que en este período es necesario pararse “sobre esta plataforma de acumulado, pero levantar la mirada y pensar en clave de desarrollo” para que la ANDE “se consolide como esa agencia de desarrollo nacional”.
Según detalló, la ANDE trabaja a través de tres áreas programáticas: emprendimientos, desarrollo empresarial y acceso al financiamiento. A ellas se suman dos áreas transversales: desarrollo territorial y evaluación y monitoreo.
Sobre el área de emprendimientos, Dorrego señaló que se enfoca tanto en proyectos tradicionales como tecnológicos. En cuanto al desarrollo empresarial, apuntó que se trabaja con micro, pequeñas y medianas empresas ya consolidadas, con iniciativas en productividad sustentable, economía circular y redes empresariales. En lo que respecta al financiamiento, explicó que se busca que las empresas tengan “acceso a un crédito confiable y de calidad”.
Uno de los focos recientes de la ANDE fue un estudio sobre la evolución de la productividad laboral entre 2008 y 2022, realizado por su equipo técnico. El presidente de la agencia señaló que se buscó “dejar de evaluar solo con estadísticas descriptivas [...] para pasar a medir el impacto de las políticas productivas y económicas que lleva adelante la agencia de otra forma”.
El estudio, que utilizó datos de la Encuesta Anual de Actividad Económica, mostró que “la productividad en este periodo entre 2008 y 2022 aumentó, pero de forma muy moderada”. Además, la brecha entre empresas altamente productivas y las de menor productividad es considerable, sobre todo en relación con el tamaño: “Las empresas grandes que son productivas son mucho más productivas que las empresas medianas y pequeñas”.
Un dato relevante del informe indica que una vez que una empresa alcanza altos niveles de productividad, estos tienden a sostenerse en el tiempo. “Las empresas que logran altos niveles de productividad luego no vuelven a ser poco productivas”, afirmó Dorrego, lo que lleva a pensar en la necesidad de aplicar políticas públicas que impulsen ese salto cualitativo.
En esa línea, el presidente de la ANDE destacó la articulación con otras agencias y ministerios bajo el nuevo programa Uruguay Innova, que buscará “generar cambios” e “impactar sobre el sistema de ciencia, tecnología e innovación”.
La estrategia futura de la ANDE se orienta a priorizar y consolidar líneas de acción más profundas. “Queremos dejar esa lógica que actualmente la agencia tiene, que es un conjunto de programas y proyectos que tienen un alcance relativo, para pasar a agrupar, priorizar y consolidar algunas líneas que impacten sobre cadenas de valor y sectores productivos estratégicos”, afirmó Dorrego.
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