En su columna semanal, Lucas Labandera abordó el Fondo de Solidaridad, su creación, las modificaciones y la realidad actual.
El fondo de solidaridad está destinado a jóvenes uruguayos o extranjeros con residencia legal, que cursen estudios terciarios en UDELAR, UTEC o UTU y que no sean beneficiarios de otra beca.
Un/a trabajador/a social analizará cada caso en particular, utilizando el Índice de Vulnerabilidad Estudiantil (IVEs) que funciona como guía para detectar la vulnerabilidad de los estudiantes a través de variables verificables.
¿Cómo surgió el fondo de solidaridad?
La Ley Nº 16.524 de del 25 de julio de 1994 creó el Fondo de Solidaridad como dependencia del Ministerio de Educación y Cultura, con el cometido de financiar un sistema de becas para estudiantes de la Universidad de la República y del nivel terciario del Consejo de Educación Técnico Profesional.
¿Cómo funcionan hoy los aportes?
Es obligatorio pagar el aporte Fondo para todas las personas que hayan egresado de la UDELAR, UTEC y UTU. Siempre que sus ingresos mensuales sean superiores a $45.280 a partir del quinto año de egreso. Y los egresados de UDELAR de carreras con duración de cinco años o más, deben pagar el aporte adicional a partir del quinto año de egreso siempre que sus ingresos mensuales sean superiores a $33.960.
Rendición de cuentas del Fondo de solidaridad 2022.
Se otorgaron 9.754 becas en todo el país. Los estudiantes reciben un apoyo mensual de 2 BPC ($10.328 a valores de 2022).
El 70% de los estudiantes que solicitaron la beca cumplieron con los criterios y la obtuvieron.
Hay becarios de todos los departamentos. Los principales: 16% de Canelones, 15% de Montevideo, 7% de Rivera, 7% de Paysandú y 7% de Salto.
Respecto al lugar de estudio, la mayoría estudia en Montevideo, el 71%. El 10% estudia en Paysandú, el 8% en Salto, el 6% en Rivera y Tacuarembó y el 5% en el resto de los departamentos. No se han entregado becas a estudiantes que cursen en Lavalleja.