El exprosecretario de Presidencia de la República Leonardo Costa evaluó en Nada Que Perder que durante este periodo de gobierno “la Senaclaft intentó hacer todo lo que podía en un marco en donde no se le dio importancia política y hubo señales de laxitud en el control”, no debido al organismo sino porque “la voluntad política del Poder Ejecutivo no fue precisamente la más firme”.
Costa está ejerciendo la defensa jurídica de algunos inversores damnificados por la estafa cometida por Conexión Ganadera.
Sobre esto, explicó que la colaboración de la viuda de Gustavo Basso, de Pablo Carrasco y de la esposa de éste en el proceso concursal “por ahora no nos consta que sea muy activa”, pese a que “se adhirieron al concurso, lo cual es bueno, pero no nos consta que sea una colaboración, hasta el momento, muy activa”.
“Esperemos que eso cambie”, comentó el abogado, y al respecto añadió: “sé que el síndico está hablando con ellos para pedirles justamente que aporten datos; ellos, desde el punto de vista concursal, se van a jugar un poco la vida en dar los datos que tienen que dar, y obviamente en la responsabilidad penal”.
Entre los estafados y su defensa “creemos que este caso no puede quedar en una mera estafa, no puede quedar en una mera estafa en donde en dos años se termine la eventual condena; por eso estamos pidiendo lavado de activos y asociación para delinquir”.
Relacionado con esto último, es una certeza que la Senaclaft (Secretaría Nacional para Lucha Contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo) estará desde el 1° de marzo a cargo de Sandra Libonatti, quien contará con el asesoramiento de los exsecretarios de esta Ricardo Gil Iribarne y Daniel Espinosa.
Acerca de ello, Costa dijo que tiene expectativas cifradas en que “se van a ajustar muchos controles, porque Sandra Libonatti es una persona competente en todo el sentido de la palabra; tiene mucha experiencia como supervisora de diversos mercados financieros en el Banco Central; es una persona además docente en estos temas, y creo que viene con otra impronta”, destacó.
“Creo que los controles van a mejorar, se va a cambiar la tónica de que a la Secretaría Antilavado no se le ha dado importancia política; en ese sentido se vienen tiempos de mayor control”.
Aclaró que esto “no quiere decir trabar negocios legítimos sino controlar a aquellos que pueden no serlo; tengo las mejores expectativas por las personas que están (designadas), por Sandra en particular; obviamente, Ricardo y Daniel me comprenden las generales de la ley porque son personas que considero amigos, trabajamos mucho juntos durante muchísimos años”, resaltó; “así que tengo las mejores expectativas, sin duda”, remarcó Costa.
En el periodo que termina “la Senaclaft intentó hacer todo lo que podía en un marco en donde no se le dio importancia política; y hubo señales de laxitud en el control, no por parte de la Senaclaft sino por parte de la legislación; y esas cosas creo que van a tener que mejorarse sí o sí; se vienen tiempos nuevos en este tema”.
“Estos cinco años -reitero- no tiene que ver con quien estaba encima de la Senaclaft sino básicamente con la voluntad política del Poder Ejecutivo, que no fue precisamente la más firme”.