Selva Pérez indicó que unos 4.700 niñas y niños no participan en centros educativos y su llegada a las instituciones debe abordarse desde varios organismos.
La subdirectora de Educación Inicial y Primaria, Selva Pérez, sostuvo en diálogo con La Rosca, por M24, que la universalización de la cobertura educativa a los niños de tres años es uno de los objetivos de la gestión.
Se estima que 4.700 niñas y niños no concurren a centros educativos y, en este sentido, indicó que el desafío es cómo se va a hacer para "lograr que las familias puedan organizarse para que esos niños ingresen” en el sistema. Para esto, manifestó, se tendrán que “activar las redes del Estado para llegar a ellos”. En la actualidad, las autoridades educativas se encuentran en etapa de “coordinación interinstitucional y georreferenciación”, además de recopilación de datos para saber cuáles son los espacios que tienen para recibir a los niños.
El ausentismo escolar es otra preocupación de las autoridades, para lo cual la jerarca recordó las ventajas del programa “maestros comunitarios”, que es capaz de “convencer poco a poco” a las familias para “darles la confianza de que en ese espacio llamado escuela los niños y niñas pueden estar mejor”.
Pérez calificó al bono escolar como una política que “va en la línea de ofrecer, desde el Estado, un apoyo a la familia” e insistió en que “las políticas públicas de natalidad o asistencia tienen que ir buscando una interrelación para que las familias digan ‘no estamos solos’”. “Las familias no eligen tener niños con ausentismo escolar”, aseguró Pérez. Con esta línea de política se dice que “la responsabilidad es compartida” con “modelos económicos, culturales y formas lógicas que han determinado estas características” para lo cual “quien gesta las políticas públicas debe pararse desde un análisis de la multicausalidad; sin culpar, sino desde la corresponsabilidad”.
Una gestión anterior que dejó una institución “adormecida”
En otro pasaje de la entrevista, Pérez sostuvo que al ingresar este año a la subdirección del CEIP encontró un ambiente institucional “adormecido” tras un “estilo de gestión particular” durante el gobierno anterior.
“Cuando se instala un estilo de gestión demasiado centralizado en la autoridad, como fue el quinquenio anterior, cada uno de los estamentos que debe resolver algo no lo hace por temor a equivocarse y recibir el rezongo, por tanto, pasa la resolución al estamento superior. Se había generado un cuello de botella por el cual las decisiones se resolvían lejos del territorio y de forma unilateral”, explicó.
“Nuestra intención ahora es decirles a quienes hoy conforman las comunidades educativas que acá hay una gestión abierta y participativa”, definió la jerarca. Con este motivo, las nuevas autoridades están organizando reuniones con directores e inspectores para informar las principales líneas educativas para luego escucharlos. Con los sindicatos hay un “altísimo respeto” en las reuniones bipartitas periódicas “porque está instalada la posibilidad de hablar”.