La mitad de los tamberos con deudas por cobrar de Calcar son pequeños productores que remiten menos de 500 litros de leche por día, destacó el presidente de Inale, Ricardo de Izaguirre.
El Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de ley que establece una asistencia económica no reembolsable de 56 millones de pesos a 82 productores asociados a la cooperativa Calcar, afectados por el cierre de la firma en abril. Los recursos provienen del Fondo de Financiamiento y Desarrollo de la Actividad Lechera, informó a M24 el presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Ricardo de Izaguirre.
Según la exposición de motivos del proyecto, Calcar adeuda 2,3 millones de dólares a los productores de que remitían leche a esa industria. Estos productores “de muy pequeña escala” tienen dificultades para encontrar una “alternativa” para la colocación de leche hacia otra industria, cuestión que completa el “escenario significativamente complejo”.
Por estos motivos, el Ejecutivo envió el proyecto de ley que consiste en la transferencia de 56 millones de pesos, unos 1,3 millones de dólares. La medida abarca a 82 productores, de los cuales la mitad remitían a Calcar menos de 182.500 millones de litros de leche. A esto se suman exoneraciones al Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas. De Izaguirre destacó que esta iniciativa tiene como objetivo el apoyo a este grupo de pequeños productores que necesita fondos para la reinserción en la actividad.
Planta industrial de Calcar y la situación del sector lácteo
En los últimos meses de 2024, presentó dificultades para pagar a los tamberos, lo que generó una reducción del 60% en el procesamiento y venta de leche. La empresa solicitó el concurso y cerró la fábrica de Tarariras a comienzos de abril de 2025.
En diálogo con Nada que perder, el dirigente de la Asociación Laboral de Trabajadores de Calcar, Washington Marzat, sostuvo que la situación “no es imposible pero es muy difícil de revertir”. Los trabajadores organizados mantuvieron la maquinaria y recibieron la leche de un grupo de productores que no pudieron remitir a otras plantas.
En mayo, la planta de Tarariras de Calcar retomó la actividad tras la adquisición por parte una firma argentina por 3,6 millones de dólares. Comenzó con el procesamiento de 30.000 litros de leche pero la planta está en condiciones de recibir 250.000 litros. De los 107 trabajadores, continuaron en la plantilla unos 50, explicó De Izaguirre. “Esperemos que esta empresa eh pueda afianzarse, generar confianza y aumentar su producción”, reflexionó.
Sobre la situación del sector, De Izaguirre explicó que la lechería uruguaya exporta el 70% de su producción. En el marco de un mercado internacional más exigente, las empresas de menor volumen “son las que más han sufrido” la readecuación tecnológica necesaria para mantener la competitividad.
Otro aspecto relevante es el estancamiento en la producción de leche, que impidió procesar más materia prima para la venta. “Seguramente si podemos comenzar recomenzar el crecimiento que teníamos 10 años atrás del 4% anual podemos mantener las plantillas de trabajadores que teníamos al momento”, puntualizó el presidente del Inale.