"Mujica llegaba al núcleo del alma popular y eso le permitía hablar con todos", dijo el historiador Gerardo Caetano en la transmisión especial de M24.
"Mujica completó su vida, completó una vida ejemplar, vivió como él quería y creo que se murió bien", dijo el profesor Gerardo Caetano en la transmisión especial de M24, con motivo del fallecimiento del expresidente José Mujica, ocurrida este martes 13 de marzo.
El historiador y politólogo hizo referencia al "pensamiento heterodoxo" de Mujica como una "característica troncal" de su ideario, que se volcó en los hechos con pragmatismo.
Sostuvo que Mujica "defendió una antropología realista", desde que salió de la cárcel en 1985. Y en ese sentido, Caetano recordó una de las frases que solía citar uno de sus referentes, el antropólogo uruguayo Daniel Vidart: "Mujica era un don Quijote disfrazado de Sancho Panza".
En un mundo acelerado, el expresidente supo "mirar la naturaleza" y recoger de allí enseñanzas, dijo Caetano. "Eso era panteísmo puro", añadió. Más allá de que se confesaba ateo, había en su discurso "trascendencia" y "espiritualidad", subrayó. "En la naturaleza registraba cosas que los demás no veían", comentó.
En otro pasaje de la conversación, Caetano recordó los viajes que Mujica hizo en su juventud, a China, a la Unión Soviética y a Cuba. "En los años 60 fue a China, estuvo en la casa de Mao [Zedong]", contó el historiador. Apuntó que su visita a la URSS "no le había convencido" y que en la Cuba de entonces vio problemas pero también "mucho entusiasmo popular".
"Mujica descubrió que la única y mejor manera de defender el interés nacional era interesarse en causas internacionales", afirmó Caetano. En ese sentido, "su última obsesión" estuvo en el cuidado del medioambiente a escala internacional para aterrizarlo en el ámbito local.
Sostuvo que el norte del líder político estaba en la sabiduría popular: "Mujica llegaba al núcleo del alma popular y eso le permitía hablar con todos". "Le permitía hablar con empresarios muy ricos y con dureza, con dirigentes sindicales que no compartían su rumbo con firmeza, y con intelectuales como Noam Chomsky", continuó.
"Mujica decía que ser un buen un presidente era crear las condiciones para gobernar, hablar con todos, tener protagonismo, tener moderación, incorporar una agenda de derechos", expresó. En esa dirección, aseguró que el expresidente tuvo "el coraje" de incluir en la agenda de gobierno a la despenalización del aborto o la regulación del mercado de cannabis, entre otros.
"Mujica era un hombre del pueblo", dijo Caetano en la transmisión especial de M24 frente al Parlamento: "por acá va a pasar mucho pueblo". "Fue el uruguayo más viral de la historia que nunca tuvo una casilla de mail", acotó.