El filósofo Gustavo Pereira analizó en el programa Nada que perder los diferentes episodios de corrupción y comportamientos irregulares e ilegales que se han sucedido durante el actual período de gobierno. Pereira destacó la importancia de diferenciar lo legal de lo ético, subrayando que la ética orienta nuestro comportamiento a partir de creencias compartidas y reglas públicas, que no necesariamente están codificadas, pero que son fundamentales para evaluar la conducta tanto de individuos como de la sociedad en su conjunto.
Pereira señaló que la ética de una sociedad democrática, como la uruguaya, se ha construido sobre valores cívicos como el respeto, la tolerancia, la garantía de la igualdad ciudadana y el acuerdo sobre el rol del Estado en la protección social. Este carácter, según Pereira, es lo que ha llevado a castigar electoralmente actos de corrupción, como sucedió en el período de gobierno pasado del Frente Amplio.
Sin embargo, el filósofo advirtió que el actual gobierno está constituyendo un "carácter corrupto" a partir de la sucesión de actos reñidos con la ética y casos claros de corrupción. Para ilustrar este concepto, Pereira recurrió a la idea de corrupción presentada por Maquiavelo, quien asimilaba a la sociedad con un organismo vivo que puede enfermarse y corromperse por un interés exacerbado por la riqueza o el bienestar privado.
Pereira concluyó que, aunque Uruguay aún se mantiene lejos de ser una sociedad corrupta en su totalidad, como podrían serlo otras en la región, el actual gobierno muestra signos preocupantes de estar construyendo un carácter corrupto, lo cual es alarmante para la democracia uruguaya.