Este sábado pasado el Frente Amplio (FA) celebró en La Paloma, Rocha, su 54 aniversario, a poco del cambio de gobierno previsto para el 1 de marzo.
El presidente del FA, Fernando Pereira calificó de "auspiciosos" los primeros anuncios del presidente electo, Yamandú Orsi, cuando durante la campaña se comprometió a generar un diálogo social para promover una reforma de la protección social.
"Para esto se comprometió el Frente Amplio y Yamandú ha dicho por todas partes que lo vamos a cumplir", dijo Pereira.
También recordó que durante la campaña electoral última se anunció que se trabajará en atender el ingreso de los jubilados y pensionistas con menores ingresos. "Los que están en peores condiciones, que le han tocado pasar en este gobierno las peores peripecias, que llegan a la vejez y no les da para llegar a fin de mes", apuntó.
"La etapa que se inicia es una etapa de amplios acuerdos sociales para abordar las soluciones a grandes temas que tenemos planteados. Cuente, presidente Orsi, con toda la energía de su fuerza política para trabajar en estos grandes acuerdos, conversando a lo largo y ancho del país con todas las organizaciones sociales que componen la sociedad uruguaya", indicó.
En este sentido, destacó el trabajo hecho por "FA Te Escucha", un mecanismo de relacionamiento entre las autoridades del Frente Amplio con las fuerzas vivas y organizaciones de todo el país. "El FA Te Escucha está más vivo y más latente que nunca y va a salir a recorrer cada lugar del Uruguay, para escuchar desde pequeños centros poblados a las capitales departamentales", adelantó. Dijo además que esto será la contracara de lo que a su juicio ha hecho el gobierno de Luis Lacalle Pou con, por ejemplo, la firma de Arazatí.
"Es lamentable que se haya firmado este contrato. Es lamentable que no se haya escuchado ni a la academia, ni a los científicos, ni a los ambientalistas, ni a los productores agropecuarios de Rafael Perazza. Simplemente un capricho de gobierno, cuando ya hay un gobierno electo nos lleva a tomar una decisión que le va a costar a los uruguayos 800 millones de dólares.
Un muy mal negocio, mucho peor inversión pública porque no le resuelve el problema del agua potable al área metropolitana y condiciona la calidad de la misma", concluyó.