Estamos jaqueados por la pandemia y necesitamos apagar la llave general tres o cuatro semanas para detener el contagio, dijo Mujica

En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica lamentó que “este gobierno no quiere chocar con el sentir de la gente” frente a la pandemia ya que el cumplimiento masivo de “las medidas restrictivas” requiere “usar fuerza persuasiva” y esto “no lo va a hacer”, por lo que “cada cual tiene que defenderse de no contagiarse” y “cuidarse a muerte”.
Mujica contó que “ese concepto de ́libertad responsable ́ en el fondo me resulta hermoso, y lo es, sobre todo para quien como yo, tiene gotas de sangre libertaria en sus venas; pero bajando a tierra la realidad, si se utiliza como guía de proceder (...) en el medio de una guerra sanitaria como (...) tenemos hoy, este concepto ya no es una utopía, es un trágico ucronismo”.
Al respecto, relacionó el pensamiento de que “nuestras sociedades serían inviables (...) si renunciamos a tener jueces, fiscales, Policía e instituciones con pesadas burocracias que a veces nos enervan; ¿por qué los humanos hemos tenido que inventar todas estas cosas?”; porque “frecuentemente los humanos fallamos, porque somos complejos, emotivos, nos equivocamos, tenemos sensaciones (...) ¡qué ideal sería ese mundo, que no existe, donde no precisaríamos autoridades, ni prepo, ni contratos, ni nada!”, expresó.
“Es evidente que las restricciones de los movimientos que se puedan tomar para defendernos del contagio, cuestan mucho a la economía, pero también desde el punto de vista social son feas; es evidente que mucha gente se siente afectada y no solamente en el bolsillo, por lo tanto aplicar medidas restrictivas genera resistencia y antipatía, cumplir con el pedido que nos hace la ciencia y apagar todo tres o cuatro semanas cuesta plata y duele; pero es una contradicción, del otro lado tenemos el avance de la pandemia y la muerte, ¡vaya contradicción! Esto no tiene nada de lindo”, recordó.
“Y hay que tenerlo claro: ni por asomo tenemos un gobierno que actúe como un padre o una madre dura cuando el gurí se desvía y lo ponen en vereda, no; aquello de que ́quien te quiere te hará llorar ́ no juega en esta instancia; este gobierno no quiere chocar con el sentir de la gente, tenemos que entenderlo, comprender a nuestro gobierno, no le podemos pedir lo que no da; las medidas restrictivas necesitan medidas duras que las acompañen para que se cumplan, si no, no se cumplen, y eso implica usar fuerza persuasiva y este gobierno no lo va a hacer; esta es la tragedia de este momento histórico, estamos jaqueados por una pandemia que necesitaría apagar la llave general, parar tal vez tres o cuatro semanas para detener el contagio, y focalizarlo a (...) medidas que se puedan rastrear y seguir”.
“Pero nada de eso va a acontecer, por lo tanto, a tener claro: va a haber desgraciadamente bastante más muertos, parece inevitable, y la sociedad toda debería comprender que depende de sí misma, no le queda otro recurso que la conducta de sus integrantes, el grado de disciplina que puedan tener” y dicho esto “más claro: cada cual tiene que defenderse de no contagiarse, esa es la realidad y hay que transmitirlo con claridad”.
En el gobierno “se juegan a la solvencia de las vacunas como válvula de escape, pero todos tenemos que tener claro que no les podemos pedir magia a las vacunas con el alto índice de contaminación infecciosa que existe por la transmisión de este virus; por lo tanto lo recomendable (...) es cuidarse a muerte y disponernos a pagar un precio demasiado caro en vidas”, indicó.
Y “es probable que el temor al costo económico de una paralización, al final termine costando mucho más, porque cuanto más se alargue esta zozobra, mayores consecuencias va a tener en la pos-economía, porque están los resultados sociales, recordemos lo que pasó en el 2002”, advirtió.