“Más allá del sentimiento de angustia que nos embarga, da para reflexionar sobre la necesidad de fortalecer algunas instituciones y no agotarnos", subrayó la vicepresidenta.
“Es un día muy doloroso para Uruguay”, expresó esta mañana la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse, al ser consultada por el caso de los dos menores secuestrados por su padre en Soriano, cuyos cuerpos fueron hallados sin vida este viernes.
“Más allá del sentimiento de angustia que nos embarga, da para reflexionar sobre la necesidad de fortalecer algunas instituciones y no agotarnos, porque a veces se habla de que insistimos con el tema de género y de la violencia, y hay que insistir”, señaló. La vicepresidenta subrayó: “Hay que insistir y hay que fortalecer las instituciones, ir a una sociedad del cuidado, estar todos unidos en esto”.
Este viernes las autoridades hallaron los cuerpos de Andrés Morosini y sus hijos Alfonsina y Federico, de dos y seis años. Morosini estaba requerido desde el miércoles por haber ingresado sin autorización a la vivienda de su expareja, una mujer de 29 años, y llevarse a la fuerza a los dos menores en el departamento de Soriano.
Tras conocerse la noticia, Cosse exhortó a “fortalecer las instituciones” en el marco de un trabajo interinstitucional coordinado. “Quienes determinan las medidas posteriores son los juzgados”, aclaró. Cosse recordó que la violencia basada en género “es una tragedia” en el país que requiere el trabajo conjunto de "los tres poderes del Estado y la ciudadanía”.
“No quiero declarar más sobre este tema porque verdaderamente es muy doloroso y quiero respetar el dolor de todas y de todos los uruguayos, y de esa madre, que no nos imaginamos lo que debe estar pasando por su cuerpo”, concluyó.
El Ministerio del Interior informó este viernes, “con profundo dolor”, el hallazgo de los cuerpos de los niños y de su padre, quien los había raptado en Soriano. Según el comunicado, los cuerpos fueron encontrados en el arroyo Don Esteban, a la altura del kilómetro 58 de la Ruta 20, en el departamento de Río Negro.
Morosini debía cumplir medidas cautelares y tenía prohibido acercarse a su expareja por violencia de género. La madre de los niños, Micaela Ramos, dijo haber recibido amenazas verbales por parte del padre de los niños, que poseía antecedentes penales.