Entre 2019 y 2023 la pérdida de competitividad del dólar fue de 16%, advirtió Olesker

El nivel actual del tipo de cambio en el país que diferentes actores económicos y políticos coinciden en definir como ‘atraso cambiario’ fue analizado por Daniel Olesker en su columna en INFO 24.
Olesker utilizó datos del Banco Central comparativos de Uruguay con los registros de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Alemania y China, en base a los cuales señaló que “desde el 2019 al 2023 la pérdida de competitividad del dólar ha sido de 16% en los cuatro años: ha sido de 12% con los no regionales y de 21% con la región”.
Recordó que “el verdadero nombre” de la variable abordada en esta columna “es ‘tipo de cambio real’: cuánto vale el dólar en un país en relación a los costos de vida de ese país, o sea a la inflación, y la relación con el tipo de cambio y el costo de vida en otros países”.
Explicó que la evolución del tipo de cambio real determina “tres impactos” en la economía: “comerciales, en los precios y en el sistema financiero”; en materia comercial, “claramente los exportadores tienen un efecto negativo del atraso cambiario porque los pesos que reciben por cada dólar que exportan son menos”.
“Mayoritariamente sus costos están en moneda nacional, entonces a medida que el tipo de cambio se atrase respecto al costo de las tarifas, al de los salarios, al costo de algunos insumos nacionales que compran, tienen una pérdida de capacidad competitiva”, ilustró.
“El segundo (impacto) comercial es que abarata mucho las importaciones, hace que productos importados sean más baratos y esto afecta mucho a la industria nacional” con signo negativo.
En cuanto a precios, “esta política, que se llama de ancla cambiaria” porque “tira para abajo a los precios, (…) en la medida que el tipo de cambio se reduce hay un efecto (a la baja) sobre muchos bienes”.
“Efectivamente actúa sobre el nivel de precios y esto explica la inflación que tenemos hoy -en parte- de tan bajo valor”, destacó, si bien “de cualquier manera, para los trabajadores esto es importante si va acompañado de crecimiento del salario real”, relativizó.
El exministro indicó que “el último” impacto del tipo de cambio real, del que “se habla menos, es el efecto financiero que esto tiene, primero para las deudas, obviamente; es decir, las deudas nominadas en dólares se achican” para empresas y hogares, resaltó Olesker.
Pero además se registra “el efecto de especulación financiera” que realizan algunos agentes de mercado, quienes en primera instancia venden dólares en la plaza adquiriendo títulos públicos en pesos que pagan interés y que, a su vencimiento, son vendidos a cambio de dólares, con lo cual ganan “por la mera operación financiera”.
